Cargando...
El 22 de agosto se recuerda en nuestro país el Día del Folclore. Etimológicamente, esta palabra significa “saber del pueblo”. Un solo vocablo implica tradiciones, mitos, leyendas, creencias, comidas típicas, idioma, música, etc., que caracterizan a una nación.
Al hablar de tradiciones se nos vienen a la mente la manera de celebrar la Semana Santa con la popular elaboración de la chipa el Miércoles Santo y las pruebas que se realizan durante el San Juan Ára para saber más acerca del futuro amoroso de una persona.
El 1 de agosto, fuimos testigos de otra manifestación cultural de la raza guaraní: la preparación del carrulim para atraer la buena suerte. Del mismo modo, el primer día de octubre todos comeremos el “jopara” de nuestras abuelas a fin de combatir el hambre que representa Karai Octubre en nuestro folclore.
Otra manifestación de la rica cultura paraguaya son los mitos, que nos hacen vivir con la duda de si existen o no los siete monstruos, hijos de Taú y Keraná. ¿Recordás cuando tu mamá te hacía tener miedo del Kurupí? Supuestamente, si no dormías de siesta, este ser mitológico iba a secuestrarte. Asimismo, cuando vamos al interior del país, encontramos diversos relatos de personas que afirman haber visto al Jasy Jatere, un niño rubio que recorre los maizales, mientras que otros dicen conocer a gente que se transforma en Luisón. Al oír este tipo de historias, nuestros pelos se ponen de punta a causa del miedo.
La magia de nuestra cultura también se expresa por medio de las ricas comidas típicas. Solo la cocina paraguaya tiene el poder de dar felicidad al estómago y al espíritu con el humeante caldo de vori vori, la chipa guasu recién salida del horno, el mbeju que acompañamos con una taza de cocido y el arroz con leche que nos endulza el paladar.
El arte que se expresa por medio de la música hace vibrar los corazones de la gente, tanto aquí como en el exterior. ¿Nunca sentiste pirĩ con la canción “13 Tuyutí” de Emiliano R. Fernández? “Na tahupimi mano a la visera ha tambojoja che mbarakami, amongaraívo Nanawa trinchera taropurahéi 13 Tuyutí”; en esta estrofa el guaraní aporta su fuerza al patriotismo, por lo que es imposible no elevar el volumen de la radio cuando suena esta melodía.
Nuestra cultura es rica y ha sobrevivido al paso del tiempo; nosotros, los jóvenes, debemos seguir cultivándola día a día para no perder ese encanto que nos ofrecen las tradiciones, las comidas y el idioma guaraní, es decir, sencillamente aquello que nos identifica como paraguayos.
Por Viviana Cáceres (19 años)