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La amistad a distancia hace que muchas personas valoren más el tiempo que pasan con sus amigos cada vez que se ven. Charlar, reír y tener un hombro en el cual llorar parece difícil cuando nuestro confidente vive lejos o no podemos estar cerca de él o ella todos los días.
Terminaste el colegio y ya no podés estar en contacto con tu mejor amiga diariamente, como lo hacías antes. No faltan las promesas de verse, aunque sea, una vez al mes y escribirse todos los días, pero con el paso del tiempo, estas cosas no suceden como esperaban.
Comenzás la facu y le contás a tu mejor amiga cómo fue tu primer día de clases, qué tal son los profes y si conociste a alguien para sobrevivir a los días de estudio. Llega un momento en que los mensajes de texto van siendo cada vez menos frecuentes, pero de vez en cuando te ponés en contacto con tu compañera del alma.
A veces, en las redes sociales, te envían solicitudes de amistad personas que no conocés pero tenés muchos contactos en común y las aceptás. Aunque puede ser una acción riesgosa, en ocasiones, los amigos virtuales llegan a convertirse en verdaderas amistades sólidas.
La tecnología es una herramienta que ayuda a mantener el contacto con los amigos que viven lejos. Las videollamadas y mensajes de audio nos permiten saber acerca de la vida de nuestros hermanos de otra madre. Hay quienes sienten que si no llaman o chatean con sus amigos están siendo olvidados por ellos, pero no siempre es así; a veces, se puede extrañar a alguien sin que la otra persona lo sepa.
No todo sobrevive con WhatsApp y Skype; en ocasiones, los astros y tu agenda se alinean para que vos y tu amiga puedan encontrarse. Un almuerzo en un local de comida rápida, un paseo por la plaza o pasar la noche juntas un viernes hacen que no todo quede en el olvido.
Muchas personas dicen que a los verdaderos amigos los conocés en la adversidad. Aunque no veas todos los días a tu compinche, sabés que si necesitás a una persona que te consuele y te brinde un poco de color en los días grises, ahí va a estar tu amigo con un sinfín de novedades para alegrar tu vida.
Por Divina Alarcón (18 años)