Jóvenes solidarios hermosean pabellones del IPS con sus pintatas creativas

“Transmitir alegría de forma visual en espacios oscuros y olvidados”, expresa parte del objetivo de la iniciativa “Pintando de corazón”. Mediante coloridos diseños y mensajes alentadores, jóvenes voluntarios plasman su talento en varios rincones del IPS.

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Las noticias sobre las frecuentes quejas contra el Instituto de Previsión Social y otros hospitales son nuestro akãrasy cotidiano. La impotencia nos inunda cuando vemos el pésimo estado de las instalaciones o la falta de medicamentos, según testimonios de muchos pacientes y asegurados.

El proyecto “Pintando de corazón” es un rayo de esperanza en medio de tanto caos. Los protagonistas de este llamativo voluntariado son 20 chicos, quienes tomaron la posta para embellecer el pabellón de oncohematología pediátrica del IPS y otras áreas. Frases motivacionales como “Que nadie te quite las ganas de ser feliz” y “Ánimo, papis” emocionan a pacientes y a sus familiares. También, los dibujitos de animales y breves oraciones se hacen presentes.

La licenciada Ingrid Elmiger es la mente maestra detrás de esta loable iniciativa que surgió en el 2015. “Esto nace a petición de médicos de oncología infantil, quienes contactaron conmigo para, mediante el arte, conseguir un lugar más acogedor. Uno de los profesionales me pidió presupuesto, pero yo solamente quería voluntarios y materiales”, explica Ingrid, quien también señala que hermosearon otras áreas del IPS como emergencias, cirugía y oftalmología.

La artista comenta el proceso de las actividades en el IPS. “Los jóvenes se presentan a trabajar mañana, tarde y noche. Yo trato de estar presente en los turnos que pueda para repartirles las pinturas y orientarles, ya que muchos no saben pintar pero intentan de corazón”, relata Ingrid.

Las redes sociales jugaron un rol fundamental para la decoración del IPS. Con la fanpage en Facebook “Pintando de corazón”, numerosos chicos se sumaron a los trabajos de decoración. Muchos de ellos ni siquiera son artistas, pero, de igual forma, quisieron aportar su granito de arena.

La recepción de los pacientes fue muy favorable. “Una señora comentó que las salas no parecen de IPS” y “los niños sonríen alegres por los llamativos diseños” son comentarios que motivan a los jóvenes a plasmar sus obras de arte.

Los pasillos de los hospitales son mudos testigos del dolor de tantas personas, por lo que el ambiente insalubre no es recomendable para el ánimo de los pacientes. Con frases de esperanza y coloridos diseños, muchos pacientes encuentran motivación y ganas de seguir sonriendo a la vida, a pesar de la cruz de la enfermedad.

“La cosecha es abundante pero los trabajadores, pocos”, decía Jesús. Si bien las actividades ya están casi concluidas en IPS, el grupo juvenil necesita el apoyo de más voluntarios, ya que piensan recorrer otros hospitales, como el de Barrio Obrero, con esta iniciativa artística. No necesitás ser un Picasso, así que ¡a pintar se ha dicho!

Por Víctor Martínez (19 años)

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