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La siguiente breve narración es un claro ejemplo del grooming: Ana es una adolescente de 13 años que conoció a un chico por medio de internet. Después de entablar varias conversaciones, el joven ganó su confianza y la invitó a tomar un helado. Sin pensarlo dos veces, ella aceptó el encuentro; al llegar al lugar citado, no se percató de que en realidad era un plan para secuestrarla y luego ser abusada sexualmente, como ocurrió. Después de unos días, Ana fue rescatada y hoy en día comprende que muchas personas en internet solo tienen disfraz de “Príncipe Azul”.
La palabra inglesa grooming significa “acicalando” en español; es una práctica peligrosa que hace alusión a un acercamiento o preparación para un fin determinado. Los pedófilos son los principales autores de esta acción delictiva.
Los groomers o acosadores virtuales son personas que crean perfiles ficticios a través de las redes, utilizando imágenes y datos totalmente falsos. Tienen el objetivo de crear un lazo de amistad con un menor de edad, a fin de ganarse la confianza del mismo y, de esa forma, entablar una conversación tendiendo a una supuesta amistad.
Cuando el podófilo consigue la confianza de su víctima, empieza a pedir fotos o videos y, si el menor accede a enviarle esas imágenes, el groomer las utiliza para chantajearlo de tal forma a conseguir sus fines orientados al abuso sexual. Si el niño no acepta lo que el sujeto le solicita, se ve amenazado con que sus fotos serán publicadas en las redes.
A comienzos de este año, ante casos de grooming en nuestro país, surgió el proyecto de legislación de la ley de grooming, que sancionará a las personas que se aprovechan de los menores a través de las redes sociales. No obstante, la ley todavía no fue aprobada por el Congreso.
A simple vista, esta situación apunta directamente a los menores de la casa; es por eso que debemos ser cuidadosos a la hora de darles un teléfono celular o instalar una computadora en el dormitorio del niño o de la niña. También el diálogo es de suma importancia; hacerles entender que existen muchas personas en internet que solo tienen malas intenciones y deben estar alertas para no caer en sus redes.
Por Ezequiel Alegre (16 años)