Fútbol, ¿un negocio redondo?

El caso Piris Da Motta y el club Olimpia se ha convertido en una “novela” más. La institución se comprometía en aumentarle el salario y comprar una parte de su pase. Todo se encaminaba bien y ambos estaban de acuerdo, entonces ¿qué habrá ocurrido?

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2056

Cargando...

La dirigencia decana ha hecho lo correcto, según lo estipulado legalmente en el precontrato; sin embargo, el jugador se niega a firmar el documento que lo vincula a la institución por 5 años más. En medio de todo este problema solo hay un perjudicado, el joven futbolista que está expuesto a arruinar su carrera.

El club Olimpia ya presentó una denuncia legal a la FIFA, en la cual se estipula que, si el jugador no se presenta a firmar el contrato, estaría sufriendo duras sanciones económicas y deportivas (6 meses sin jugar). Piris da Motta es un futbolista con un gran presente y con un futuro prometedor; sin embargo, los que le asesoran, en vez de guiarle, lo están perjudicando.

Es triste pensar que la carrera de un atleta se vea manipulada por terceros que lo único que buscan es beneficiarse a costa de ellos, dejando como algo secundario sus pretensiones y aspiraciones. No se sabe cuándo, cómo ni dónde empezó esta moda de tener representantes, pero lo que se conoce muy bien es que la mayoría arruina la esencia del fútbol.

Piris Da Motta demuestra ser un gran futbolista, pero si no se comporta como un profesional, su carrera será destruida rápidamente. De cierto modo el atleta es el culpable; confiar en la gente que nos da la mano cuando ve oportunidad en nosotros es un grave error. Asimismo, peor es darse cuenta y no hacer nada al respecto.

Si bien el deporte rey genera mucho dinero, es increíble que, en su mayoría, ese ingreso queda en los bolsillos de esa gente que no forma parte del espectáculo. Esto demuestra que, los atletas solo son utilizados por ese clan que ve al fútbol como un negocio más. Asimismo, ya son varios los casos en que los sueños de las pequeñas promesas se ven destruidas por problemas de sus representantes con directivos de fútbol.

"La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue", expresaba el gran escritor uruguayo, Eduardo Galeano.

Por: Joaquín Tandé (17 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...