Energía verde, un método para salvar al mundo

¿Te imaginás al mundo sin electricidad? Esta pregunta también se hicieron especialistas que, buscando la solución, se dieron cuenta de que se puede producir energía gracias a materias que no afectan al planeta. A este tipo de fuentes la llamaron verde.

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La energía verde se produce gracias a materias primas que no perjudican al mundo, son renovables y su modo de uso no emite subproductos dañinos para el planeta. La hidroeléctrica, la eólica, la marina, entre otras, forman parte de este tipo de fuentes de energía.

En la actualidad, por el efecto invernadero y el calentamiento global, se le está dando más importancia a esta fuente. Asimismo, le prestan atención aquellas naciones donde la economía y sus recursos se encuentran casi agotados.

¿Pensaste que, en algún momento, se podrían terminar los recursos naturales que dan “luz” al mundo? La creación de energías renovables, denominadas verdes, surgió debido a que algunos países, que utilizan como materia prima fósiles o nucleares, se hicieron la misma pregunta.

La complicación que encontraron estas naciones fue que, en algún tiempo determinado, se agotaría la materia prima que sirve para generar energía, creando una crisis eléctrica en el mundo. Por eso es tan importante que se cuiden los recursos naturales del país. China, Brasil, Estados Unidos, entre otros países, producen electricidad gracias a la energía eólica.

La hidroeléctrica forma parte de la lista de fuentes de energía que son renovables o verdes, junto a la eólica, entre otras. Es decir que en el Paraguay utilizamos un sistema que colabora con el medio ambiente y que a la vez es infinita. Sin embargo, si se continúa desechando basuras en los ríos, quién sabe cuántos años más de vida tendrán nuestras represas.

Pareciera que el problema de escasez de materia prima no afectaría al país ni a nuestra generación. No obstante, es muy egoísta no dejar a los que vienen un mundo sano del cual puedan disfrutar. En todo caso, si no nos gusta contribuir en la mejora del medio ambiente, por lo menos no lo dañemos aún más. Como lo dijo la ganadora del Premio Ambiental Goldman, Terri Swearingen: “Vivimos en la Tierra como si tuviéramos otra a la que ir”.

Por Joaquín Tandé (18 años)

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