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Alguna vez te habrás quedado en los pasillos del IPS Central para consultar con un médico o acompañando a algún familiar enfermo; seguramente no tuviste el servicio que desaeabas, ya que el hospital estaba repleto de pacientes esperando igual que vos. Hace cuatro meses, el arquitecto Gustavo Musi había dicho que la construcción del Policlínico en el predio del mismo nosocomio estaría terminado para fines de julio, sin embargo la construcción no tuvo ningún avance.
Musi mencionó además que el predio en donde está siendo construido el Policlínico no es apto, tiene filtraciones de agua y se requiere de un drenaje, cuyo costo suma G. 2.800 millones que deben agregarse al presupuesto original de G. 6.000 millones. Lastimosamente, los materiales para levantar la ampliación se encuentran todavía en el suelo durante estos cuatro meses.
La construcción del Policlínico tiene costo elevado debido a que se realizó por la vía de excepción, para así terminarlo en seis meses y atender a la enorme cantidad de pacientes con dengue e influenza, que no obtienen un servicio óptimo, como debería ser. La cantidad de personas que sufren de enfermedades respiratorias y las trasmitidas por la mosquita van creciendo más y más; los pacientes que frecuentan este hospital desean un servicio más rápido y eficiente.
Lastimosamente, el dinero de los asegurados del IPS es manipulado de una forma incorrecta, de modo que los enfermos siguen teniendo un paupérrimo servicio y sin mejoras. Este caso se suma a las evidencias de falta de interés y seriedad de las autoridades hacia la sociedad; todos queremos ser atendidos en un hospital de una forma segura, rápida y con un costo accesible, pero sin embargo el IPS deja mucho que desear.
El Gobierno se encuentra “aplazado”, en lo que respecta a la salud; los puestos sanitarios se encuentran en deplorable estado y a ello se suma las faltas de medicamentos y personal médico. Aunque pensamos que los líderes tienen la culpa, nosotros debemos tomar medidas y exigir un mejor servicio y compromiso para el bien de todos los usuarios del hospital.
El Gobierno y las instituciones que brindan servicios no deben esperar a que pase un evento que llame la atención de todo un país para empezar a mejorar; deben actuar con claridad y pensar en la progresión y no únicamente en llenar sus bolsillos. Si se trabaja con honestidad y patriotismo, así se podrá adquirir un buen sistema y progreso, tanto en la salud como en todos los ámbitos de servicios a la población.
Por José Peralta (18 años)