Cargando...
Últimamente, los cigarrillos electrónicos o vapeadores se pueden ver en los bares, restaurantes, shoppings, en las calles e, incluso, en las oficinas. Algunos tienen la misma apariencia que un cigarrillo real, otros parecen lapiceras y los hay también en forma de pipas. A diferencia de los cigarrillos convencionales, estos no producen humo ni cenizas, sino vapor.
Muchas personas utilizan el cigarrillo electrónico como parte del proceso de dejar de fumar, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que no hay estudios suficientes sobre la toxicidad del contenido de estos aparatos.
Cada vez es mayor el número de fumadores que se decantan por los e cigars. Vapear, como se denomina al uso del cigarrillo electrónico, es hoy por hoy una de las opciones preferidas entre los jóvenes; algunos vapean por moda y otros con la intención de dejar de fumar el cigarrillo convencional.
Las personas que recurren al cigarrillo electrónico para dejar el tabaco emplean líquidos con nicotina. Cada usuario elige la concentración que considera adecuada y es frecuente que la vaya reduciendo conforme pasa el tiempo y disminuye su grado de adicción. Son muchos los que acaban vapeando sin la esencia, cosa que facilita enormemente abandonar de forma gradual no solo el cigarrillo convencional, sino también el electrónico.
Son muchos los fumadores que dieron una oportunidad al cigarrillo electrónico cuando tuvo su mayor auge, allá por el 2013, y que fracasaron en su intento de dejar el tabaco. Por aquel entonces, muchos de los vaporizadores que se vendían no eran suficientemente avanzados para ofrecer una experiencia satisfactoria.
Las personas que deseen utilizar el cigarrillo electrónico para dejar de fumar deben saber que el aerosol de estos dispositivos es probablemente mucho menos tóxico que el humo del cigarrillo convencional. Sin embargo, la mayor parte de la comunidad científica asegura que la eficacia como terapia sustitutiva del tabaco está lejos de demostrarse. La OMS considera que solo un 1% de los que vapean consiguen dejar de fumar.
De esta forma, se puede asegurar que el cigarrillo electrónico no es tan inofensivo como parece. No hay que considerarlo un juego, pues no es tan beneficioso ni totalmente sano. En todo caso, si querés dejar de fumar, lo más importante es que busques ayuda y abandones el uso de la nicotina.
Por Romina Ferreira (19 años)