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Existen innumerables versiones sobre quién fue la primera persona en desafiarse para un salto desde una altura considerable; el deseo de volar del hombre es probablemente tan antiguo como la humanidad misma.
La experiencia de arrojarse desde cierta altura utilizando un paracaídas, posterior al salto, para evitar el contacto directo con el suelo, se lo considera paracaidismo. El lanzamiento puede realizarse desde cualquier aeronave, ya sea avión, helicóptero, globo aerostático, desde un acantilado o un edificio donde se obtenga cierta elevación.
Hoy en día, se lo considera uno de los deportes más extremos y peligrosos del mundo ya que el desafío es tirarse desde una aeronave a 4.000 metros de altura de forma descendiente. El paracaídas entra en acción a los 1.500 metros antes de llegar a tierra y es el responsable de amortiguar la caída de las personas; lo mencionado, es el salto más tradicional del paracaidismo.
Los practicantes de este deporte también se dedican a hacer acrobacias en el aire; individualmente son capaces de lograr volteretas significativas y de forma conjunta realizan pirámides o figuras geométricas. Tomarse selfies o fotos artísticas conjuntamente durante el salto se volvió un hobby para ellos; el pedido de matrimonio durante la caída también forma parte de uno de los acontecimientos más llamativos de esta disciplina.
En nuestro país, existen organizaciones que fomentan este deporte como la Asociación Paraguaya del Paracaidismo o la misma escuela Skydive Tobatí, situada en el departamento de Cordillera. El emprendimiento ofrece cursos teóricos y prácticos; el monto completo del curso básico ronda por los 5 a 8 millones de guaraníes aproximadamente.
Los requisitos mínimos para practicar este deporte son cumplir la mayoría de edad, estar en buena forma mental y física, y no ser consumidor de medicamentos que puedan afectar el comportamiento normal del cuerpo. También, se deben tener en cuenta los antecedentes de problemas cardíacos o haber donado sangre recientemente.
Las opciones sobran, solo depende de vos proponerte a desafiar tu miedo a la altura y a la velocidad; los 200 km por hora en adelante serán la rapidez que recorrerá tu cuerpo en el transcurso de la caída. Y vos, ¿cuándo te vas a unir a la emocionante experiencia de sentir la adrenalina en un salto de caída libre?
Por Ricardo Núñez (19 años)