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La Chacarita es una especie de anexo del microcentro de Asunción. Entre los habitantes que pueblan este lugar pintoresco se encuentran personas humildes y trabajadoras que buscan salir adelante con cualquier tipo de labor, ya sean limpiavidrios, vendedores de tiendas o ambulantes, empleadas domésticas, zapateros, etc.
Desde el año 1920, el barrio Chacarita posee el nombre de “Ricardo Brugada”, quien fue un periodista paraguayo conocido en el sitio. Después de su fallecimiento, los pobladores de ese lugar pusieron su nombre en homenaje al mismo.
Como cualquier parte del Paraguay, también está la gente que vive del vandalismo y otros tipos de “trabajos” fáciles. Por otro lado, en las veredas y los pasillos angostos de la Chacarita se encuentran puestos de ventas en donde las señoras se ganan la vida ofreciendo sus mercaderías.
La mayoría de los jóvenes que estudian en los colegios del microcentro de Asunción son de la Chacarita u otros sitios no tan lejanos como, por ejemplo, Sajonia y barrio Obrero. En algunos casos, incluso, los alumnos se destacan con un promedio de cinco en sus calificaciones.
Ricardo Brugada es una zona con muchas necesidades; tal vez por eso, la sociedad discrimina y margina a sus habitantes, metiéndolos a todos en una misma bolsa. El prejuicio es una de las costumbres que tiene el paraguayo, ya que lo superficial es lo primero que nos llama la atención.
La docente Lucila Brítez, pobladora de la Chacarita, expresa lo siguiente: “Este barrio tiene sus cosas buenas, pero solamente que nadie las quiere ver; por ejemplo, hay hombres y mujeres que se ganan la vida como se debe, sin la necesidad de causar daño al otro. Solemos notar que cuando ocurre una situación desagradable, todos dicen: 'Chacarita luego, Chacarita esto, Chacarita aquello'. Sin embargo, cuando pasa un asalto en un barrio 'chuchi', la gente opina 'ah, solamente es un robo'”.
Lucila afirma que existen muchos problemas en ese y otros barrios que son como secretos a voces y, urgentemente, deben ser solucionados, ya que chicos que tendrían que estar disfrutando de la juventud trabajan arduamente o, en casos peores, caen en adicciones. Por último, la docente señala que la errada connotación que recibe la Chacarita, en general, no debe incluir a toda la gente que vive en ese lugar.
Por Ezequiel Alegre (16 años)