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En cuanto a leer libros se refiere, existen opiniones diversas. Algunos dicen que los jóvenes han perdido el hábito de hojear textos porque pasan más tiempo en las redes sociales, otros afirman que sí se utilizan los materiales de lectura, solo que los pdf y otras aplicaciones han reemplazado a los papeles con tinta. También están los que manifiestan que los estudiantes leen solo porque en las instituciones educativas los obligan.
Al recorrer la Plaza Uruguaya, en el centro de Asunción, nos encontramos con tres librerías: El libro en su casa, El lector y Servilibro. Los libreros aportan su visión con respecto a la venta de textos y el hábito de la lectura en la actualidad.
En el primer local atiende Fernando, quien opina que es difícil que los libros desaparezcan, a pesar de que existan los pdf o las aplicaciones que ofrecen materiales de lectura gratuitos, pues muchas personas desean sentir los libros, hojearlos y marcarlos. Afirma que los clientes habituales suelen ser, en su mayoría, jóvenes. En cuanto a los ejemplares que más se consumen, se encuentran las novelas de autores como Isabel Allende, Gabriel García Márquez, Paulo Coelho, Augusto Roa Bastos y Gabriel Cassaccia, entre otros. Los libros de autoayuda también son muy solicitados por los clientes.
Darío, de El lector, comenta que en el local del centro los clientes más frecuentes son los adultos, en tanto que en los shoppings asisten con más asiduidad los jóvenes, quienes se inclinan hacia los best seller (obras de gran aceptación por parte de los lectores), como “Arde la vida” y “Amor a cuatro estaciones”. Agrega, además, que las obras de Augusto Roa Bastos y Mario Halley Mora suelen ser muy requeridas por los estudiantes de colegio.
Monserrat trabaja en Servilibro y también coincide con los otros vendedores al manifestar que Roa Bastos es uno de los autores más pedidos por los lectores. Considera que esto se debe a que este año en muchos colegios se leyeron uno o dos títulos del autor paraguayo en conmemoración del centenario de su nacimiento. Agrega que los cómics también reciben una gran aceptación por parte del público juvenil.
En cuanto a los precios, la vendedora comenta que se pueden conseguir obras desde G. 25.000. Clásicos de la literatura universal que están dirigidos a todas las edades, como “El Principito” o “El diario de Ana Frank”, tienen dicho costo.
La tecnología nos da la posibilidad de leer sin gastar mucho dinero, pero nada puede reemplazar la belleza de los libros, con la tapa que, con un primer vistazo, ya genera intriga haciéndonos imaginar de qué tratará una obra y las hojas que nos permiten subrayar frases que llegan al corazón.
Quizás muchos jóvenes son obligados a comprar un libro para realizar un trabajo de literatura del colegio, pero es posible que una vez que terminen de leer la primera página queden encantados por la manera de narrar del autor y quieran seguir hasta el final, perdiendo la noción del tiempo y espacio.
Por Viviana Cáceres (19 años)