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En tiempos de cuarentena muchas cosas cotidianas se vieron divididas entre imposibilidades y personas luchando por mantenerse a flote en el encierro. Ante la visible vulnerabilidad de los adultos mayores surgieron grupos de jóvenes como éste que crearon “Abastecete”, una red de personas que realizan compras en el supermercado acercando al domicilio de sus clientes las mercaderías desinfectadas.
"El cliente nos pasa por WhatsApp sus datos, ubicación y lista de productos que quiere comprar y nosotros nos vamos al súper por él", explica Gabriela Honzi, representante de la organización. La joven menciona que, entre todos, siguen un estricto protocolo de limpieza al entrar y salir del súper, y luego acercando las mercaderías al domicilio correspondiente en una caja completamente desinfectada; finalmente, el cliente paga por los servicios una vez que le entreguen sus pedidos.
Actualmente, los jóvenes realizan las entregas en las zonas del Centro, Luque, Limpio, Loma Pyta y ahora llegaron a San Bernardino y Ciudad del Este, entre otras ciudades. El servicio tiene un costo de G.100.000, que fluctúa y depende de la cantidad de artículos a comprar.
Abastecete reúne a una amplia cantidad de personas que realizan todos los procedimientos de sanitización y son denominados "colectores". "Estos colectores son capacitados a través de videollamadas, en las que explicamos todos los pasos que deben seguir para realizar los trabajos con salubridad", comenta Gabriela. Explica que “a través de este sistema también ofrecen una alternativa laboral para aquellos que no cuentan con un ingreso fijo durante la cuarentena”.
Por otro lado, los jóvenes buscan comprar artículos nacionales, apoyando a la mano de obra paraguaya y a los productos hechos en nuestro país.
"Con la iniciativa formamos algo lindo entre todos, que llena de satisfacción nuestro trabajo, ya que facilitamos a las personas que queden en sus casas, mientras realizamos compras por ellos, al mismo tiempo ofrecemos una salida laboral a nuestros colectores y, por otro lado, buscamos priorizar a las marcas nacionales, que son una fuente de trabajo para miles de paraguayos", enfatiza Honzi.
Igualmente, los jóvenes colaboran con aquellos que desean hacer donaciones a familias carenciadas, ayudando a armar kits de alimentos, y dan a sus clientes la opción de enviar comestibles a alguna fundación.
"Abastecete nos dejó muchísimas enseñanzas, pero la más resaltante siempre será lo esencial que resulta la solidaridad, pues en los momentos menos pensados solo podemos apelar a ella para ofrecer una ayuda, aunque sea mínima, dentro de tanta necesidad", finaliza Gabriela.
Por Macarena Duarte (18 años)