Paciencia y amor juvenil en hogares de ancianos

Muchas personas de la tercera edad, por diversos motivos, terminan en asilos, generalmente a merced de la soledad y el abandono familiar. A partir de esta problemática, nace “Nietos del Corazón”, una organización fundada por Leticia Velázquez (23), quien se encarga de acompañar a las personas mayores.

Dedicación, paciencia y, sobre todo, amor brindan unos voluntarios a personas mayores, visitándolos en hogares donde fueron llevados.
Dedicación, paciencia y, sobre todo, amor brindan unos voluntarios a personas mayores, visitándolos en hogares donde fueron llevados.Gentileza

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Dedicación, paciencia y, sobre todo, amor brindan unos voluntarios a personas mayores, visitándolos en hogares donde fueron llevados. Esta iniciativa nació a partir de la idea de Leticia Velázquez (23), quien invita a los jóvenes a ser los nietos que muchos abuelos necesitan.

“Nietos del Corazón, que nació en octubre del 2019, es el fruto de un proceso de visitas anteriores que realizamos con un grupo de amigos desde el año 2016. Las veces que asistimos a los hogares fueron muy emotivas; esto me hizo pensar en la idea de adoptar abuelos: ser ese nieto/a que ellos necesitan para ser escuchados, hacerlo de manera masiva e ir contagiando el amor que ellos nos transmiten”, refiere Leticia.

La joven fundadora de la organización manifiesta que la labor de un nieto voluntario es un servicio social, el cual consiste en brindar apoyo emocional y tiempo de calidad durante las visitas. Además, Leticia comenta que, al momento de asistir a un hogar, ellos siempre se encargan de llevar algo para compartir con todos los presentes.

Explica la joden que “ayudamos con la movilidad a los abuelos, en algunos casos a comer, escuchamos sus historias, les damos masajes, sostenemos sus manos y les pintamos las uñas. Además, brindamos calidez humana, ese buen trato que nace de la paciencia y no lo vemos como un trabajo, sino más bien como una actividad en la que aprendemos de personas llenas de sabiduría y experiencia”.

Para ser un nieto del corazón es muy importante ser responsable, principalmente con los compromisos de fechas y horarios. Así también, es fundamental ser pacientes, saber interactuar tanto con los abuelitos como con los compañeros de la organización, y estar atentos para ayudar cuando las personas necesiten que se les pase agua, moverse, bailar o ser abrazados.

En relación al trabajo que la organización estará realizando este año, la joven comenta que “en el 2020 estaremos acompañando a 12 hogares de forma constante, por lo que cada lugar será asistido por lo menos cuatro veces al año. Las visitas ya tienen fechas establecidas y todas serán asilos de Asunción y Gran Asunción, entre ellos las casas de ancianos de la Fundación San Rafael”.

Igualmente, la fundadora de Nietos del corazón manifiesta que, actualmente, la organización cuenta con alrededor de 170 jóvenes voluntarios. “Es una experiencia enriquecedora para el alma y no saben lo felices que se ponen los abuelos/as” menciona.

“Desde el lugar en que uno se encuentra, siempre puede ayudar a los demás y, muchas veces, esto solo implica hacer algo sencillo y cotidiano. Uno aprende mucho realizando voluntariados, y se crece tres veces más haciendo cosas sin esperar retribución. Los jóvenes necesitamos agudizar nuestra sensibilidad social para darnos cuenta que eso no sólo beneficia a los demás, sino también a uno mismo”, concluye Leticia.

Cómo ser voluntario

La entidad tiene las puertas abiertas para todos aquellos que están interesados en formar parte, ya sea como voluntarios o para realizar donaciones a la organización. Puede encontrarlos en Instagram como @nietospy o comunicarse al 0994 275680.

Por Anahí Acevedo (19 años)

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