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Al igual que un doble cuarto de libra, el estrés puede convertirse en un potenciador de calorías que nos hace subir de peso, pues ese sentimiento cansador que una persona estresada posee, atenta con inducir a las comidas de forma irregular. Llegó diciembre y, en menos de lo que canta un gallo, 2020 comenzará a marchar; ¿llegaste a tu meta de ser fit o seguís en el team de los fat por culpa del estrés?
Ante ciertas amenazas, el estrés resulta una reacción fisiológica pues, según la conocida guía nutricional de Buena Vida, esto se genera cuando la glándulas suprarrenales liberan cortisol, una de las hormonas que ocasiona el estrés que, a su vez, altera nuestro sueño diario. Los exámenes finales, la tesina, el trabajo o los novios tóxicos constituyen algunas de las posibles causas de este problema; ¡qué horror!, aguantar todo esto y, para colmo, subir de peso.
Un estudio realizado por investigadores del King's College de Londres reveló que, si una persona no duerme a causa del estrés lo suficiente para descansar, en promedio, consumirá 385 calorías adicionales cada 24 horas, generado niveles de azúcar en la sangre y, en casos extremos, obesidad, pues el cortisol influye de forma directa en la circunferencia de la cintura.
Guillermo Fouce, profesor de psicología de la Universidad Complutense de Madrid, aclaró para un portal informativo que el estrés no es malo, sino que depende de cómo se maneja y gestione. Así también, algunos de los métodos que resultan esenciales para combatir este problema, por ejemplo, es practicar yoga al menos 30 minutos al día y, en el caso de no contar con tiempo libre, unos instantes de respiración y exhalación profunda ayudan a calmar las ansias del estrés.
Por otro lado, la culpa, tal vez, pueda ir dirigida a los trabajos de la facu que nos torturan cada fin de año, lo cual, según lo señalado, genera un aumento de la masa corporal. Sin embargo, eso no significa que la lucha por lograr el cuerpo ideal haya terminado, pues aunque 2019 se acabe en un abrir y cerrar de ojos, el 2020 es otra oportunidad para desafiar y vencer al estrés.
Por Ezequiel Alegre (19 años)