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Detrás de un perfil de una red social que te muestra el celular, puede esconderse una persona trastornada con desagradables intenciones. Lo que parece una simple aplicación, fácilmente se torna en un arma de acoso sexual con la capacidad de hacer daño a menores.
Estos días, el peligro no solo se encuentra en las calles, también existe en los celulares, tablets y computadoras. Una vez que las redes sociales atrapan a los chicos y los adentran al mundo digital, comienza a forjarse un riesgo de que sean víctimas de acoso sexual, a través de perfiles falsos.
Los acosadores utilizan las redes como una máscara; suelen poner en la foto de perfil la imagen de un adolescente y buscan desarrollar una conversación agradable con menores de edad que encuentran en las distintas aplicaciones. Con diferentes mañas, logran ganarse la confianza de la víctima; al principio, todo es normal y hasta suave, pero lentamente, estas personas llevan la plática hacia terrenos inestables.
Probablemente no resulta muy complejo para los acosadores engañar y confundir a unos niños que están empezando a utilizar redes sociales y, al mismo tiempo, recién exploran ciertas áreas de su cuerpo. Con la experiencia y ese desagradable deseo de conseguir fotografías, videos o hasta encuentros con las víctimas, los pedófilos van enredando en su juego a los menores.
Uno de los casos más conocidos es el del deportista argentino nacionalizado paraguayo, Jonathan Fabbro, quien fue condenado a 14 años de prisión por acosar sexualmente a una niña con quien guarda parentesco. El caso del exfutbolista de Guaraní y Cerro Porteño es un ejemplo que demuestra el actuar de los acosadores, quienes empiezan con las redes sociales y luego buscan el acceso carnal.
Las fundaciones ANAR y Mutua Madrileña publicaron el año pasado que las niñas sufren más este tipo de acoso que los niños, la plataforma más utilizada por los acosadores es WhatsApp. El ciberacoso sexual sucede a diario, un 38% de las víctimas lleva más de un año sufriéndolo y un 40 % alrededor de seis meses. Cuando los acosadores cibernéticos logran su cometido de conseguir material pornográfico infantil, se abre una nueva compuerta que da lugar a varias posibilidades.
Las fotos y videos de los menores de edad podrían comenzar a recorrer distintas páginas de Internet; los pedófilos pueden hasta lucrar con esas imágenes a través de la venta en línea de contenido pornográfico infantil. La situación se vuelve mucho más oscura cuando, a través de engaños, el acosador logra reunirse con la víctima; esos casos derivan en los peores desenlaces imaginables.
¿SE PUEDE EVITAR EL ACOSO SEXUAL CIBERNÉTICO?
Lo mejor que se puede hacer para evitar que las situaciones de acoso sexual en línea se produzcan es dialogando con los menores; los padres constituyen la máxima protección para los chicos y el papel que juegan es fundamental. El ciberacoso puede causar daños irreparables, la mejor prevención es hablar con los niños de los peligros de Internet y supervisar el andar de los chicos en línea.
El licenciado en psicología Odenir Figueiredo explica que la comunicación en familia es la mejor manera de asegurar que los niños no se expongan al ciberacoso sexual y que los papás deben dar el ejemplo. "Los padres, que son espejos para los hijos, deben reflexionar sobre su comportamiento psicoemocional y espiritual ante sus niños. Los síntomas psicoemocionales del comportamiento, como baja autoestima, sentimientos de tristeza, aislamiento y el deseo de no salir de casa o ir a la escuela, son muestras claras de que el niño podría estar sufriendo de acoso en línea", confirma el psicólogo.
El licenciado afirma que se debe ser muy cuidadoso al hablar sobre los temas de ciberacoso con los niños, ya que estos podrían estar sufriendo distintos trastornos a causa de ellos. “Con amor y especialmente con empatía, los papás deben buscar un diálogo sin prejuicios, eso es lo que necesitan los hijos. Se deben desarrollar estructuras emocionales y espirituales, buscar soluciones en familia para abordar el problema sin avergonzar a su hijo si es víctima del acoso sexual cibernético. Como medida de protección, lo mejor que se puede hacer es algo que yo llamo ayuno electrónico, borrando todos los perfiles dentro de las redes sociales, para que se produza un tiempo de crecimiento familiar", aclara el licenciado.
Si es que la situación no se detuvo a tiempo y pasa a mayores, ya sea que el material infantil recorra por internet o que finalmente el acosador sexual, a través de la extorsión, logre encontrarse con la víctima y abusar de ella, los daños psicológicos pueden ser irreparables. “Si un niño o adolescente sufre de un abuso sexual, tendrá distintos problemas emocionales, de relación y funcionales, entre otros; el menor tiende a padecer un trastorno de bipolaridad, ansiedad, estrés postraumático, baja autoestima y conductas destructivas”, finaliza.
¿CÓMO SABER SI UN MENOR ESTÁ SIENDO ACOSADO EN LÍNEA?
No hay nada mejor que el diálogo para no sufrir los daños que impregnan en la familia los pedófilos en línea; pero si nunca se llegó a dar esa conversación para prevenir los casos de acoso sexual en redes, ¿cómo darse cuenta de que el menor está siendo víctima del ciberacoso?
Distintos medios oficiales e investigaciones aseguran que el menor se vuelve más introvertido cuando está sufriendo acoso sexual en línea, pasa más tiempo encerrado en su habitación, utiliza sus aparatos digitales hasta altas horas de la noche y no tiene mucho apetito. A veces, los chicos pueden poseer objetos que los padres no le regalaron, tienen dificultades para dormir, en algunos casos se ven problemas de estómago o dolores de cabeza. Dichos síntomas son claras señales de que algo anormal está ocurriendo y los padres deben actuar de inmediato para evitar que la situación se torne más grave.
LA PORNOGRAFÍA INFANTIL COMO NEGOCIO
Las imágenes pornográficas de menores se han vuelto todo un negocio clandestino en internet; pedófilos comparten imágenes fuertes de niños en distintas páginas y hay sitios donde se encuentran a la venta. Las plataformas de búsqueda, intentando paliar este desagradable actuar de los acosadores, pusieron en marcha una defensa para sus páginas, eliminando todo tipo de contenido que lleve el nombre de "pornografía infantil".
El negocio no se detuvo, ya que las imágenes siguen circulando, llegando a las manos de pedófilos a través de frases como “caldo de pollo”, cuyas siglas iniciales se descifran como “child porn”, pornografía infantil en inglés. Existe una ley que prohíbe todo tipo de comercialización o producción de materiales “que presenten actos sexuales con participación de menores de 18 años o la exhibición de sus partes genitales”, castigando con hasta diez años de prisión a quienes cometan dicho crimen.
PEDÓFILOS EN NUESTRO PAÍS
La Dra. Irma llano, fiscala de delitos informáticos, contó que en un operativo llamado “Luz de infancia” fueron encontrados casos de circulación de pornografía infantil en nuestro país. “La policía hizo un monitoreo a nivel nacional y pudimos identificar ciertos puntos desde donde se estaba descargando pornografía infantil, encontramos siete lugares en Asunción y Gran Asunción, los cuales allanamos”, afirma la fiscala.
Las personas trastornadas por la atracción hacia menores disfrutan el ciberacoso, asimismo, cuando descargan o venden material de pornografía infantil, poco les importa la edad del niño. "Son imágenes y videos de menores de diez años, casos graves de posesión de pornografía infantil. Una de las características del pedófilo es estar un ambiente muy sucio y encerrado, uno piensa que es imposible vivir ahí al ver su habitación", sostiene Irma Llano.
La fiscala confirma que continuarán los operativos y también insta a los padres a que supervisen más lo que miran los chicos y con quiénes se comunican a través de Internet. “Vamos a hacer un control mayor, necesitamos que los padres tomen conciencia y no les den acceso ilimitado a Internet a sus hijos. Hemos visto casos como el de un menor de 13 años que descargó pornografía infantil”, finaliza.
EL SEXTING, LA MAYOR ARMA DE LOS ACOSADORES
El sexting es un intercambio de material sexual por Internet; el diario El País afirma que su práctica se ha incrementado entre los adolescentes en los últimos años, además de asegurar que son cada vez más jóvenes los protagonistas. Uno de cada siete jóvenes envía mensajes eróticos o pornográficos, uno de cada cuatro los recibe y entre ellos cada vez hay más preadolescentes. Los pedófilos utilizan el arma del sexting para conseguir imágenes y videos de las víctimas con facilidad, luego las difunden o venden sin consentimiento.
El acoso sexual a menores destruye la vida de los chicos desde dentro; cuando la situación empeora, es aún más grave todo lo que podría ocasionar en el niño. Cuidar a los chicos es una responsabilidad que no debe ser tomada a la ligera, las redes sociales no son solo un juego donde los chicos se distraen, también constituyen un mundo cibernético lleno de todo tipo de personas con las que a nadie le gustaría que su hijo se relacionara.
Sin duda, el Internet constituye un agujero negro al cual hay que saber utilizar; puede aportarte distintas soluciones pero, al mismo tiempo, existe un abismo infinito en el que es difícil encontrar escapatoria. Debemos cuidar los contactos cibernéticos que tienen los chicos, siempre será mejor evitar una desgracia, que lamentar después las secuelas psicológicas o hasta físicas que puedan sufrir en las redes.
Reportaje de Diego Benítez (19 años)