Cuando no se pueden perpetuar en el poder, suelen colocar como sucesores a personajes cuyas principales “virtudes” son la obsecuencia y falta de independencia.
Y, aunque pueden tener algún éxito circunstancial en eso de lograr que un protegido suyo los suceda en el poder, a la larga o la corta, terminan por fracasar porque la falta de liderazgo propio y natural los termina hundiendo.
En nuestro país, Honor Colorado, el movimiento que lidera el expresidente Horacio Cartes, actual presidente del Partido Colorado, se fue vaciando de figuras con brillo propio, porque, justamente, Cartes no permitió que surgieran y eligió rodearse de personajes sin vuelo propio y más bien muy dependientes de la voluntad del patrón.
La catástrofe electoral colorada en Ciudad del Este se dio sobre todo porque carecían de candidatos potables para la intendencia. Su figura más prominente, el senador Javier Zacarías Irún, a quien el presidente Santiago Peña llenó de elogios y lo presentó como quien aseguraría el triunfo del derrotado Roberto González Vaesken, tenía un nivel de rechazo abrumador. Al no haber nadie que pudiera tomar la posta para enfrentar a Daniel Mujica de YoCreo, mandaron “al muere” a González Vaesken en un maniobra que fue evidentemente adrede.
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Ahora, les está ocurriendo lo mismo con Asunción, que debe renovar autoridades a fines del año que viene. El cartismo carece de figuras de peso y prestigio para enfrentar la interna y, eventualmente, a la oposición.
Lo único que le queda es intentar embarrar la cancha y difamar a los candidatos rivales, algo que ya hizo en Ciudad del Este y fue inútil.
A futuro, posiblemente le pase lo mismo para el 2028.
En este momento, tanto a nivel interno como fuera del Partido Colorado, todos juegan con el desprestigio del cartismo para ganar puntos con el electorado.
Sin embargo, difícilmente Cartes y su equipo se queden de brazos cruzados ante este panorama. Hay demasiados intereses y dinero en juego.
Seguramente, harán cualquier cosa para intentar retener el poder, malgastando dinero público y privado, haciendo pactos con el diablo, de ser necesario, sin importar si arrastran con esto hacia la derrota a su partido.
Y no es seguro que los colorados puedan evitarlo, a esta altura de los acontecimientos.
mcaceres@abc.com.py