La educación política de Zohran Mamdani

El triunfo de Zohran Mamdani, recién elegido alcalde de Nueva York, es una de esas historias que impactan por el meteórico ascenso de quien acaba de convertirse en el regidor más joven de la ciudad (34 años) en más de un siglo.

Pero su hechura política se ha consolidado a fuego lento hasta imponerse en las urnas en una contienda en la que empezó como perdedor y ha acabado como ejemplo en el Partido Demócrata, muy necesitado de un impulso desde la debacle que sufrieron en las elecciones presidenciales en 2024.

No es la primera que se produce un ascenso tan fulgurante en política. En 2008 otro joven político, Barack Obama, fue la sorpresa del Partido y acabó ganando las elecciones contra el republicano John McCain. Después de gobernar dos periodos consecutivos, Obama se marchó de la Casa Blanca gozando de un alto índice de popularidad. Fue el primer presidente negro de la nación como hoy Mamdani será el primer alcalde musulmán de la ciudad más poblada de Estados Unidos. Además, ambos guardan otras similitudes.

El padre del ex presidente era un académico keniata y los dos progenitores de Mamdani son de la India. La madre, Mira Nair, es una respetada directora de cine y el padre imparte clases en la Universidad de Columbia. A diferencia de Obama, que nació en Hawái, el recién electo alcalde de Nueva York es natural de Uganda y llegó a Estados Unidos a los siete años, por lo que no podría aspirar a la presidencia.

Cuando Obama fue electo la primera vez, Mamdani era un adolescente que estudiaba secundaria en un colegio público en el Bronx. En entrevistas ha hablado de la impresión que en ese momento le causó ver a un hombre parecido a él racial y culturalmente realizar el improbable sueño de llegar tan lejos.

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Para entonces, el muy joven inmigrante trasplantado a Nueva York, en concreto al distrito de Queens, ya tenía inquietudes de carácter social: se embarca en una hoja de ruta que combina su afición a la música hip-hop con su interés por una ciudad diversa en su entramado socio-económico. No es casualidad que su primer trabajo fue con una organización sin ánimo de lucro que ayuda a personas de bajos recursos a conservar sus viviendas.

Según ha relatado Mamdani, durante los años que estudió en Bowdoin College se familiarizó con las ideas socialistas y se afilió a la organización de Socialistas Demócratas de América. En sus años universitarios presidió un grupo pro palestino y en su acercamiento al Partido Demócrata el político que le influyó es Bernie Sanders, abanderado de la corriente más progresista y mentor de otra joven figura, Alexandria Ocasio-Cortez, hoy en día congresista por Nueva York.

Ambos no dudaron en respaldarlo cuando, en calidad de asambleísta estatal, en junio decidió postularse a las primarias demócratas contra el candidato favorito del establishment, el ex gobernador Andrew Cuomo. Sanders y Ocasio-Cortez fueron de los pocos en el Partido que apostaron por él frente una jerarquía que se resiste al inevitable relevo generacional con fórmulas que no excluyen el modelo de socialdemocracia en un país donde cualquier ideario más escorado a la izquierda es tildado de “comunista”.

Para sorpresa de muchos, Mamdani venció a Cuomo en las primarias y desde ese momento su carrera a la alcaldía tomó una velocidad sin precedentes. En gran parte, su éxito se ha debido a un equipo de campaña que manejó con destreza las redes sociales y una estrategia de activismo puerta a puerta enfocado en conocer más a fondo las preocupaciones de los votantes, muchos de los cuales votaron por el republicano Donald Trump en las presidenciales de 2024.

Su mensaje fue claro desde el principio: en una ciudad en la que 1 de cada 4 neoyorkinos vive en la pobreza y a duras penas alcanza para pagar un alquiler y comprar alimentos, lo que urge es hacer más asequibles los aspectos básicos que afectan a la ciudadanía. Una vez más, es el coste de la vida lo que les quita el sueño a los estadounidenses de a pie y en especial a minorías como hispanos y negros.

Los jóvenes ya no cuentan con la estabilidad laboral de la que gozaron generaciones anteriores que pudieron ser propietarios de sus viviendas. Ese sueño americano hoy en día resulta lejano.

Mamdani ha triunfado ampliamente con un programa suscrito al ideario del Estado de Bienestar y deberá trabajar con ahínco con sectores más moderados que le permitan explorar la viabilidad de la congelación de los alquileres para inquilinos con alquileres controlados; el cuidado universal para niños en edad preescolar; o servicio gratuito de autobuses.

Son algunas de las propuestas que mayoritariamente han respaldado los neoyorkinos, frustrados por la deriva económica y social del país desde que Trump retornó a la Casa Blanca bajo la promesa de que con su mandato América sería “grande otra vez”.

Son muchos los retos que tiene por delante el nuevo alcalde de Nueva York y uno de ellos son las amenazas que el presidente ha lanzado contra él y sus votantes, pues está dispuesto a enviar la Guardia Nacional y quitarles la mayor cantidad de fondos federales.

Pero, lejos de amilanarse, Zohran Mandami planta cara al autoritarismo trumpista. Si algo aprendió muy pronto en su ciudad de adopción, es que la resistencia define el carácter de los neoyorkinos. Toda una lección para sus compañeros demócratas si quieren librar la batalla por el cambio.

Artículo gentileza [©FIRMAS PRESS]