Ausencia de las instituciones republicanas

La debilidad o ausencia de las instituciones republicanas en nuestro país se debe a múltiples causas, pero consideramos fundamental la mentalidad autoritaria de nuestra sociedad en que vivimos, que es y ha sido una constante desde hace mucho tiempo.

Sociólogos, historiadores y antropólogos, sin embargo, sostienen que los guaraníes tenían una organización social y política con características democráticas pues el cacique que gobernaba la tribu era elegido en asamblea y debía tener como condicion el de ser un guerrero valiente, poseer el suficiente liderazgo para mantener unidos a sus secuaces o jóvenes indígenas que eventualmente le debían acompañar en los combates, pero esencialmente debía tener la capacidad para persuadir y convencer, es decir debía ser un excelente orador.

Sin entrar a analizar cuándo y cómo nuestro pueblo cambió de paradigma o su condición originaria, no podemos desconocer que tuvo una influencia decisiva en la transformación de su cultura, la conquista y colonización hispánica, la catequización de los indígenas, la organización social y política de los jesuitas en el Paraguay, la instauración de las institución de la encomienda a la que fueron sometidos los indígenas en la época de la colonia y el tratamiento autoritario de que fueron objetos tanto indígenas como mestizos por los gobernadores hispanos hasta la independencia.

Sea como fuere, la mentalidad autoritaria arraigada en la cultura de la sociedad paraguaya, viene desde la colonia pasa por la era independiente y ha llegado hasta nuestros días, y es esta mentalidad o cultura autoritaria el principal obstáculo para que nuestro pueblo pueda avanzar, progresar y llegar a su pleno desarrollo o la construcción de un destino mejor para todos los paraguayos.

Pensamos que la causa del atraso, la miseria, la desigualdad, la injusticia y la ignorancia de nuestro pueblo, es consecuencia de la mentalidad autoritaria de la sociedad en que vivimos, pues esa mentalidad se traduce en la falta de respeto a la ley y las instituciones ya que el paraguayo cuando piensa cree que él es el estatuto o la ley , incluso que está encima de ella, por cuya razón hace lo que quiere, no le importa el otro, es esencialmente egoísta y, para él, el otro no existe; y en cuanto a las faltas de respeto a las instituciones piensa y está convencido de que el juez no es nada, porque él le va a hacer ordenar de arriba o le va a comprar. Además, no ama la libertad, solo quiere un jefe que le mande, le beneficie y le proteja; en otros términos, no tiene la conciencia de ser un hombre libre, no es creativo, le es indiferente la democracia, el estado de derecho y la justicia.

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En conclusión, para lograr una sociedad crítica, libre y consciente, es necesaria modificar nuestra forma de pensar, de ser y sentir, que es nuestra cultura o mentalidad, pautas que necesariamente debemos modificar a través de la ley y la educación desde el hogar de cada familia, luego en las escuelas primarias, secundarias y en las universidades, en el sentido de formar educadores con mentalidad democrática y no autoritaria, que deberán abocarse a la enseñanza en base a una política de Estado que busque la formación de ciudadanos libres y críticos para la construcción de una sociedad y un país diferente.

*Miembro del primer Consejo de la Magistratura y presidente del Jurado de Enjuciaiento por cinco años consecutivo