No dejar impune la brutalidad

La frontera entre Paraguay y Brasil fue nuevamente escenario de una escena de extrema violencia, con la brutalidad característica de todo caso que tiene el sello del crimen organizado.

Tres hombres que se disponían a almorzar en un pequeño establecimiento gastronómico ubicado en plena línea internacional, a unos diez metros en territorio brasileño fueron sorprendidos, acribillados y asesinados de forma brutal por dos sicarios que llegaron repentinamente al sitio y hasta se tomaron el tiempo de retirar a unos niños de la escena antes de abrir fuego contra sus objetivos.

Las víctimas de turno fueron identificadas como Rodrigo Ferreira, Aldo Giménez Velázquez y Virgilio Fretes Marecos, este último con antecedentes penales por casos de asaltos, todos paraguayos y sin superar la línea de los 30 años de edad. Tras perpetrar el crimen, los atacantes huyeron del lugar con paradero desconocido.

El violento hecho sucedió casi en el límite entre las ciudades de Ponta Porã, Brasil, y Pedro Juan Caballero, acaso la tierra de nadie, a plena luz del día, en un lugar de mucha concurrencia y por cierto, mucha gente se encontraba en la zona en el momento en que ocurrió el suceso.

El escenario post crimen fue el que ya es habitual en la frontera; las investigaciones no avanzan y esto marca una tendencia de impunidad como ya se vio en otros casos similares.

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La reacción del común de la gente fue la misma de casi siempre en casos de esta naturaleza; unos prejuiciosos que intentan justificar señalando que murieron en su ley bajo el precepto de que el que mal anda, mal acaba y otros, shockeados y que se muestran solidarios con las familias que tuvieron sus pérdidas.

Lo que pasó en la frontera entre Paraguay y Brasil debe llevar a la sociedad a una profunda reflexión que le permita una sensibilidad mayor a nivel colectivo ante casos tan violentos como el que se presentó.

Sin dudas, la situación de violencia extrema registrada recientemente no debe motivar la conclusión simplista de señalar que es un tipo de episodio que atañe exclusivamente a los que están ligados con el crimen organizado.

Dejar de naturalizar atrocidades como el triple crimen ocurrido recientemente en la frontera puede ser un elemento importante para desarrollar como sociedad un sentido más crítico y por ende tendiente a exigir mejores resultados investigativos que a su vez garanticen la no impunidad como una forma de desalentar los hechos de esta naturaleza en esta zona.

eder.rivas@abc.com.py

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