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Atendiendo esta realidad y considerando que son mínimas las posibilidades de que el gobierno del presidente Santiago Peña decida asfaltar algunos tramos de estos precarios caminos, las autoridades departamentales deben asumir la responsabilidad de realizar trabajos serios y eficientes en la reparación de las rutas.
Realizar las famosas perfiladas o raspajes de los caminos solo contribuye a debilitar aún más las vías, y esto está más que demostrado. Apenas se registran las primeras lluvias, incluso si no son de gran magnitud, varios kilómetros quedan inundados debido, principalmente, a la falta de elevación de terraplenes y, sobre todo, a la ausencia de sistemas de canalización.
Hacer los acostumbrados trabajos chapuceros solo conduce a dos realidades: la primera, que se trata de obras inútiles en las que se malgasta el dinero público; y la segunda, que provocan el aislamiento de poblaciones enteras durante varios meses apenas inicia la temporada de lluvias.
Aprendamos de las tareas que realizan los menonitas en el Chaco Central. Ellos cuentan con cientos de kilómetros de caminos de tierra que se mantienen transitables durante todo el año, sin preocuparse por las lluvias. No hay ningún secreto en esto; simplemente se trata de asumir la responsabilidad y hacer bien el trabajo.
Así como elogiamos el trabajo del programa Hambre Cero, a cargo del gobierno departamental, ya que los estudiantes reciben alimentos de calidad al menos hasta ahora, y también aplaudimos la construcción de comedores escolares y la remodelación de aulas modelo, también criticamos el pésimo trabajo que se realiza en la reparación de los caminos.
Si bien es cierto que el departamento está soportando lluvias de grandes proporciones, está más que comprobado que las aguas inundaron varios kilómetros de estos trayectos, no necesariamente por el caudal de precipitaciones, sino más bien por la falta de levantes de terraplén y la carencia de sistemas de desagües, al menos en los lugares críticos.
La prueba de esta afirmación se demuestra en los lugares que no están inundados, y son precisamente los sitios donde existen las alcantarillas suficientes, o se realizaron levantes de terraplén pues eran trabajos realizados por empresas menonitas contratadas hace bastante tiempo. Es hora entonces de comenzar a “hacer bien la tarea”.