Aranceles, UE y Mercosur

En medio de las turbulencias comerciales generadas por la imposición de aranceles universales “recíprocos” por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea ahora ve como favorable la rúbrica del acuerdo con el Mercosur. Con toda la complejidad y el desafío que puede tener, si el Mercosur aprovecha esta oportunidad única y actúa con unidad y liderazgo, allana el camino para fortalecer su papel en la escena internacional.

Cargando...

La concreción del retrasado acuerdo (por un cuarto de siglo) podría remodelar el clima geopolítico y económico. Francia, principal contrario a este acuerdo, se habría quedado sin aliados para detener la firma. La decisión del presidente Donald Trump ha desencadenado un efecto dominó inesperado. Italia, Países Bajos y Polonia que apoyaban a Francia, ahora ven el pacto con el Mercosur como una herramienta para diversificar sus mercados y contrarrestar los efectos de los aranceles estadounidenses.

En Bruselas, la urgencia es palpable, incluyendo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ha puesto este tratado en su lista de prioridades. Para el Mercosur, el acuerdo con la UE es una oportunidad de oro. Facilitar el acceso al mercado europeo para productos seleccionados ayudaría a impulsar la economía regional.

En ese contexto, Paraguay tendría una ventana para expandir su comercio. Pero la velocidad con la que se firme el acuerdo UE-Mercosur no está exenta de obstáculos internos ya que la división de posiciones dentro del bloque sudamericano y el acercamiento internacional de Argentina con Washington muestran un panorama incierto.

Si la estrategia de Argentina es negociar un acuerdo bilateral con Washington, corre el riesgo de socavar la posición negociadora de Mercosur con la UE. Pese a las asimetrías, el momento actual exige objetivos de negociación compartidos y acción coordinada por parte de los miembros del Mercosur.

La ironía es que la propia amenaza arancelaria estadounidense que está dividiendo a la Unión Europea podría finalmente impulsar a sus miembros a encontrar un punto en común: Mirar al sur de América Latina.

Al final, la tormenta comercial desatada por Donald Trump ha abierto una ventana para el Mercosur y la UE. De manera similar, al firmar el acuerdo bilateral tarde o temprano, aún serviría como una poderosa contramedida contra el proteccionismo, fomentando también un nuevo marco para un comercio estratégico y mutuamente beneficioso en un mundo progresivamente dividido.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...