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El nuevo Hospital General de Coronel Oviedo, inaugurado el pasado 24 febrero pasado costó al Estado US$ 152 millones, más los equipamientos que tuvieron un costo de US$ 8.5 millones que fue financiado por la Itaipú Binacional.
Desde su inauguración se presentaron una serie de falencias y denuncias de pacientes quienes fueron hasta el “moderno nosocomio” en busca de recibir atención sanitaria de primer mundo, pero se encontraron con la crueldad realidad: la falta de insumos, medicamentos y médicos especialistas. Incluso muchos ciudadanos denunciaron que los turnos de consulta médica estaban siendo politizados y direccionados solo para hurreros leales al oficialismo.
Otra gran falencia que está teniendo el Hospital General de Coronel Oviedo es la saturación de pacientes. El antiguo Hospital Regional de Coronel Oviedo fue cerrado y convertido en “Materno Infantil”.
Eso hizo que todos los pacientes habituales del antiguo nosocomio se trasladen obligatoriamente al nuevo hospital, pero al ser de alta complejidad, cientos de pacientes de diferentes distritos de la región acuden diariamente al lugar con la esperanza de una atención rápida y eficiente, sin embargo, se encuentran con la amarga realidad de que los turnos médicos son muy limitados, y si logran acceder a un profesional, después se topan con la sorpresa de que los estudios fueron agendados para dentro de uno o dos meses posteriores.
La situación muestra que el sistema sanitario en la región está en terapia intensiva, que esta inversión millonaria solo es una medicina más para aumentar la agonía del pueblo, que todos los augurios de primer mundo son más que discursos populistas y que nada aún está resuelto en la región.
La gente está cansada de falsas promesas, el ciudadano trabajador ya sabe que los gobernantes de turno les van a mentir, pero aun así termina decepcionado. Los intendentes, gobernadores, diputados, senadores, ministros y el propio presidente de la república, son los responsables directos de la cada vez masacrada salud del país y lastimosamente no hacen nada para mejorar el rumbo de esta sufrida nación.
