Cargando...
Qué lejos estamos de imaginarnos una Asunción que sea habitable para todos y que reciba a los demás con calles en buen estado, sitios para descansar y visitar, así como actividades gastronómicas y culturales que nos inspiren a dejar nuestras casas para disfrutarlas.
No quedan dudas de que deben existir demasiadas ideas para que la ciudad realmente mejore y sus habitantes se sientan parte de ella. Ojalá que los futuros candidatos a dirigirla puedan ofrecer propuestas que vayan mucho más allá de sanear la administración, lo que es totalmente necesario. Soñamos que nos presenten propuestas que planifiquen una ciudad para disfrutarla.
Imaginemos por un instante que las costaneras y Madame Lynch se unen por medio de una vía rápida que nos hagan rodear toda la capital y llegar en minutos de un punto a otro. Que el peatón y los ciclistas sean respetados. Que se hagan los viaductos y túneles necesarios para que el tránsito sea más fluido por las principales avenidas. Desagües pluviales que desagoten los raudales. Podemos seguir soñando que la basura no es un problema y que el antiguo vertedero de Cateura se convirtió en el mayor centro de reciclaje del país y que alberga un gran parque ecológico cerca de la Costanera Sur. Que el Cerro Lambaré está iluminado y seguro, pero que, además, cuenta con telesféricos que llevan a subir o descender, lo que le convirtió en un punto turístico importante de la ciudad.
Hace un par de años estudiantes de arquitectura habían realizado un proyecto sobre el actualmente olvidado mirador de Itá Pyta Punta que lo unía a un punto de Nanawa por medio de cabinas colgantes, con el doble fin de transporte entre dichas ciudades y el turismo. No sabemos si es factible, pero suena interesante.
Con los juegos Odesur, y algunas finales internacionales, se pudo palpar por unos días que la ciudad está encantada de recibir a los turistas, el asunceno disfruta de ser anfitrión, pero nos falta mucho por preparar para competir seriamente con otras sedes.
Soñemos con un próximo intendente/a que en lugar de autorizar grandes talas de árboles, de vender espacios públicos, premie a los contribuyentes que mantienen lo verde que queda. Que se vean nuevamente jardines en los sitios públicos. Que las podas se realicen en su momento y se eviten que caigan grandes árboles en cada tormenta. Que el Botánico, el Cerro Lambaré y el Parque Caballero se conviertan definitivamente en los grandes pulmones de la ciudad y vuelvan a ser sitios para los ciudadanos y no aguantaderos.
Que se premie de igual manera a los que mantienen, restauran y cuidan las joyas arquitectónicas en lugar de simplemente recibir algo a cambio de demolerlas. Cómo se disfrutarían los grandes eventos culturales gratuitos en el Microcentro para el aniversario de la ciudad, las fiestas de fin de año o replicar como se vivió el bicentenario de las fiestas patrias ¡Tenemos tanto por volver a vivir en nuestros espacios!
Falta un poco más de 12 inviernos para que Asunción, la madre de ciudades, cumpla 500 años. Tal vez no somos conscientes del momento histórico y las grandes decisiones que deben tomar los que van a dirigirla en los siguientes periodos. Mientras tanto nos queda soñar, y votar, con los ojos abiertos.
arturo@abc.com.py