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En este 8M, el llamado es a fortalecer el acceso de las mujeres al poder y a las oportunidades, con especial énfasis en la juventud, que desempeña un papel crucial en la construcción de un futuro con más derechos. Además, en 2025 se cumple el 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un hito en la promoción de los derechos de las mujeres que Paraguay ha adoptado como parte de su compromiso con el bienestar de su población.
Avances significativos
Paraguay ha registrado progresos importantes en la garantía de los derechos de las mujeres y niñas. Gracias a la labor del Ministerio de la Mujer, con el apoyo de Naciones Unidas y otros actores, se han implementado políticas y programas clave para reducir las brechas existentes y fomentar el acceso equitativo a oportunidades y recursos.
Uno de los programas más destacados es Ciudad Mujer Móvil, promovido por el Ministerio de la Mujer. Esta iniciativa lleva servicios de salud, asesoría legal y apoyo psicosocial a comunidades alejadas. En 2024, brindó más de 27,500 atenciones en 60 distritos de 15 departamentos, mostrando un impacto tangible en la vida de muchas mujeres.
En el ámbito laboral, el programa “Construyendo Igualdad”, impulsado por Naciones Unidas y el Ministerio de la Mujer, trabaja con el sector privado para generar espacios laborales sin discriminación ni violencia. A través de capacitaciones y certificaciones, incentiva a las empresas a adoptar buenas prácticas de inclusión.
Por otro lado, la Escuela de Formación Política para Mujeres ha fortalecido el liderazgo femenino, capacitando a más de 500 mujeres para participar activamente en la toma de decisiones políticas y sociales.
Otro avance relevante es la aprobación de la Ley N° 5.446/15 de Políticas Públicas para Mujeres Rurales, promovida por el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, con el respaldo de Naciones Unidas. Esta legislación busca garantizar el acceso de las mujeres rurales a derechos económicos y sociales, fomentando su autonomía y participación en el desarrollo rural. En este marco, en octubre de 2024 se fundó la Red Nacional de Mujeres Rurales, que aglutina a 62 organizaciones de mujeres con el objetivo de acompañar el cumplimiento de la ley.
Desafíos pendientes
A pesar de los avances, persisten desafíos que demandan atención inmediata. La violencia sigue afectando la vida de muchas mujeres: según la Encuesta Nacional sobre la Situación de las Mujeres en Paraguay (ENSIMUP) de 2021, el 78,5% de las mujeres de 18 años o más ha experimentado algún tipo de violencia. En 2023, se registraron 45 casos de feminicidio, dejando a 88 niños y niñas en orfandad. Además, cada día se reporta un promedio de 106 mujeres víctimas de violencia familiar.
El acceso al empleo sigue siendo desigual. Las mujeres en Paraguay perciben, en promedio, un ingreso 22,6% menor que los hombres (2,4 millones frente a 3 millones de guaraníes mensuales). La situación es aún más preocupante en el trabajo independiente, donde la brecha alcanza el 38%. La informalidad también afecta en mayor medida a las mujeres: el 65% de ellas tiene un empleo informal, en comparación con el 61% de los hombres.
Otro dato relevante es que el 42% de las mujeres no trabaja en tareas remuneradas; de ellas, casi 600.000 se dedican exclusivamente al trabajo doméstico no pago y 172.000 están fuera del mercado laboral por motivos familiares. La falta de reconocimiento y redistribución de estas responsabilidades sigue limitando sus oportunidades económicas.
El Banco Mundial estima que la reducción la brecha laboral podría aumentar el PIB per cápita de Paraguay entre un 4 y un 7% en el futuro, lo que demostraría que la inclusión de las mujeres en la economía no solo es una cuestión de derechos, sino también de desarrollo sostenible.
El compromiso colectivo: clave para el cambio
Para lograr una sociedad más justa, es imprescindible la colaboración entre el Estado, la sociedad civil, el sector privado y organismos internacionales. Campañas de sensibilización como #TodosSomosResponsables y #NoviazgoSinViolencia han sido esenciales para prevenir la violencia y promover relaciones respetuosas. Asimismo, iniciativas como Tapabocas 37 han permitido que mujeres en situación de violencia pidan ayuda de manera discreta en farmacias, salvando vidas.
Desde Naciones Unidas reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando junto con el Gobierno y la sociedad paraguaya para garantizar que cada mujer y niña viva con dignidad, seguridad y autonomía. La igualdad de oportunidades no es solo un derecho fundamental, sino una condición esencial para el desarrollo sostenible y la paz.
La construcción de un Paraguay más justo e inclusivo requiere un esfuerzo continuo y decidido. Sigamos avanzando, juntos, hacia un futuro donde las mujeres y las niñas puedan alcanzar su pleno potencial, sin barreras ni discriminación.