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Algo muy triste, realmente si nos ponemos a pensar. No es un día de alegría exactamente. Que los niños hayan ido a dar sus vidas en esa guerra muy terrible. Los que confeccionan las fechas de efemérides tienen que buscar fechas más felices para festejar. No es nada raro que las ciudades, calles y plazas lleven nombres de militares que pelearon en guerras o lugares donde fueron sepultados los soldados.
A nosotros nos gustan esos hechos y personajes históricos que defendieron la patria. A mí particularmente me encantaría que se usen nombres de artistas, escritores, maestros, escultores, médicos o filántropos que se destacaron y dejaron improntas y legados en pro de la nación y su gente.
Desde que el feminismo ganó terreno y la mujer puede votar y salir a trabajar, se habla mucho de empoderamiento. Es una palabra que está de moda. Se emplean en la calle, las oficinas, los colegios y la prensa.
Todas estamos empoderadas. Significa que mandamos por nuestro cuerpo y tomamos decisiones importantes en la vida cotidiana. Elegimos carrera. Elegimos cuando formar familia. Elegimos cantidad de hijos. Elegimos por quién votar y elegimos el colegio y la universidad. Todo esto está genial, ya que se luchó bastante para obtener logros y conquistas.
No somos igual que los hombres en muchos aspectos y no hay un género más fuerte o superior en inteligencia. Si las mujeres somos muy distintas en nuestra estructura emocional o psíquica. Sentimos la maternidad y contamos con un sexto sentido que nos hace únicas y especiales.
La mujer es un ser sublime, qué creo Dios para dar vida. En génesis solo hay dos sexos que son macho y hembra. Vinieron a la tierra para que la especie no termine y pueda poblarse este planeta. Hay muchos alimentos y nadie tiene porque pasar hambre ni necesidad alguna. El varón es la fortaleza y la protección de la familia e hizo siempre de proveedor, a lo largo de la historia. Entonces todo marchaba sobre rieles.
Cuando hubo la liberación, décadas 60 y 70, comenzó la revolución y las cosas cambiaron. Vino la minifalda, las drogas, los anticonceptivos y los divorcios. Las familias se desestabilizaron y la sociedad se modificó en patrones y conductas. Ya pasaron 60 años y son muchos los cambios. Algunos son positivos y otros negativos.
Las mujeres pueden ser políticas, científicas, educadoras, artistas o empresarias. Algunas ganan y son más exitosas que los hombres. Y algo que nunca vimos es la cantidad de feminicidios en el mundo. La violencia brutal contra las mujeres, que no se puede detener, a pesar de todos los esfuerzos y las leyes que se elaboran.
Es mucho lo que progresamos con el empoderamiento. A nivel económico e intelectual avanzamos. Solo nos falta humanizarnos y ser más sensibles. Las mujeres no podemos ir adelante ni atrás del hombre. Tenemos que caminar a su lado con mucha dulzura y fortaleza. Somos las grandes educadoras en el hogar para criar hijos sanos y felices. Física y mentalmente. Hembra y macho se complementan perfectamente.
No debemos perder nuestra esencia y naturaleza que nos dio el creador. Somos femeninas y sentimos con el corazón. La manera de amar es única y exclusiva. Con todo el empoderamiento y lo poderosa que somos, no debemos perder virtudes que adornan la personalidad y el carácter.
De nosotras depende que cambie la mentalidad de machismo de ciertos hombres. De nosotras depende terminar con la violencia y los malos tratos. El consumo de drogas y el embarazo de adolescente. Tenemos que exigir qué las instituciones funcionen para ayudarnos en esta tarea.
La educación comienza en casa. Con papá y mamá a la cabeza. Ese es un trabajo grandioso. Con voluntad y amor, cada una desde su lugar puede hacer en silencio. Con rabiosas manifestaciones por las calles y mucho griterío podemos llamar la atención y nada más.
Si, es bueno visibilizar los problemas. Pero para cambiar todo se necesita dialogar y articular con los políticos. Así lograremos con mucha paz y sabiduría dar nuestro aporte valioso de mujer y de ciudadana. Hacer algo por esta sociedad destruida. Eso sí puede llamarse un verdadero empoderamiento.