República o muerte

Llegó la hora: Paraguay debe decidir si quiere una República o la muerte, en todas las dimensiones que abarca la palabra. La mafia mata personas, justicia, economía, sociedades; el crimen organizado asesina primero la voz y luego va por todo.

Cargando...

El irlandés Edmund Burke describió en el siglo 18 lo que puede pasar: “Cuando los hombres malos se juntan, los buenos deben asociarse; de lo contrario, caerán, uno por uno, un sacrificio implacable en una lucha despreciable”.

Desde el más allá el celular de un muerto está gritando y confirmando lo que todos sospechábamos: un diputado y expresidente del Jurado de Enjuiciamiento recibiendo instrucciones y aparentemente dádivas; ¡una jueza delatando 48 horas antes la realización de 26 allanamientos! Si en estas horas nuestras autoridades eligieran la indiferencia o el silencio, podemos confirmar sin temor a equivocarnos que son unos PUSILÁNIMES con postgrados en el extranjero. Expertos en fanfarria, habituados a vivir en nubes de pedo.

Ha sido un bálsamo ver a la Corte Suprema de Justicia actuar de iniciativa propia sobre el caso de las juezas denunciadas y exigir custodia inmediata para el juez Osmar Legal. Un alivio que contrastó con la actitud del Fiscal General del Estado, Emiliano Rolón Fernández, un hombre que brillaba en la magistratura y que ahora como titular del Ministerio Público ha demostrado una tibieza que encoge el alma.

El Fiscal General no solo eligió un primer equipo controvertido de fiscales para investigar denuncias y fiscalas denunciadas (Cano y Uemura); también decidió ignorar las denuncias sobre otro fiscal (Lezcano) que el juez Osmar Legal no incluyó pero que apareció en las denuncias públicas. Como broche de ignominia, en medio del terremoto degradó y dejó sin protección al Fiscal Osmar Segovia, el mismo que inició las investigaciones que hoy están explotando. MISERABLE mensaje el suyo, denigrar al fiscal que destapó la olla, una actitud que no tuvo ni con fiscales denunciados por violencia, por montar casos judiciales o por sospechas de cohecho como “Aldo canta cincuenta”. A la hora de esta redacción, llevábamos 7 días y los fiscales investigadores aún no habían tomado medidas para proteger evidencias.

En un momento de tanto miedo y desprotección, de tanta inseguridad jurídica, resta desear fortaleza para jueces, fiscales, para políticos que están denunciando, para los medios y comunicadores que están arriesgándose para proteger nuestro país. Este es un buen momento para recordar el himno: Paraguayos, República o Muerte, no como el ansia de que se debe morir para construir sino como la esperanza de que el celular de un muerto devuelva la vida al Paraguay.

mabel@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...