El sector del agua en los informes nacionales sobre Clima y Desarrollo: Un pilar esencial para la mitigación del cambio climático

En el contexto de la creciente crisis climática, la seguridad hídrica se ha convertido en uno de los mayores desafíos que enfrentan los países a nivel mundial. La relación entre el cambio climático y el agua es profunda y compleja, afectando no solo a la disponibilidad de los recursos hídricos, sino también a sectores clave como la agricultura, la energía, la salud pública y la infraestructura.

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Los Informes Nacionales sobre Clima y Desarrollo (CCDR, por sus siglas en inglés) del Grupo del Banco Mundial se han convertido en una herramienta clave para ayudar a los países a alinear sus estrategias de desarrollo con los objetivos climáticos. Estos informes no solo evalúan los impactos del cambio climático en diversas dimensiones del desarrollo, sino que también identifican las oportunidades para integrar soluciones climáticas en las políticas y estrategias nacionales.

Un nuevo informe del Banco Mundial titulado “Seguridad hídrica y cambio climático: perspectivas extraídas de los informes nacionales sobre clima y desarrollo” examina cómo el sector del agua se refleja en los CCDR publicados entre 2022 y 2024. Este informe destaca cómo los riesgos relacionados con el agua son una preocupación central en la lucha contra el cambio climático y en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. A través del análisis de diversos informes nacionales, se revela que la mayoría de los canales de impacto climático están estrechamente vinculados al agua, lo que subraya la necesidad urgente de integrar este sector de manera más profunda en las políticas climáticas.

Los riesgos climáticos relacionados con el agua: impactos críticos

El informe del Banco Mundial señala que los riesgos climáticos relacionados con el agua son diversos y afectan múltiples dimensiones del desarrollo. Entre los impactos más destacados se incluyen:

1. Shocks hídricos en la producción agrícola y energética: Los cambios en los patrones de precipitación y la creciente incidencia de sequías e inundaciones pueden afectar gravemente la producción de alimentos y energía. Las sequías prolongadas pueden reducir el caudal de ríos y embalses, mientras que las inundaciones repentinas dañan infraestructuras clave como presas, canales y redes eléctricas. Este doble impacto puede amenazar la seguridad alimentaria y energética de las naciones, especialmente en regiones dependientes de estos sectores.

2. Enfermedades relacionadas con el agua: Las alteraciones en los ecosistemas acuáticos pueden favorecer la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, la malaria o el dengue. Estos brotes tienen un impacto directo en la salud pública y afectan la productividad laboral, lo que agrava las condiciones de vulnerabilidad de las poblaciones más pobres y expuestas al cambio climático.

3. Desastres naturales relacionados con el agua: Las inundaciones, huracanes y otros desastres naturales relacionados con el agua se están volviendo más frecuentes y destructivos debido al cambio climático. Estos eventos no solo provocan pérdidas humanas y materiales, sino que también tienen efectos a largo plazo sobre la infraestructura y la economía, lo que puede frenar el progreso hacia los objetivos de desarrollo.

El Potencial del Sector del Agua en la Mitigación del Cambio Climático

Uno de los aspectos más interesantes del informe es su enfoque sobre cómo el sector del agua puede ser un pilar clave para la mitigación del cambio climático. En un blog relacionado, el Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Agua y el Director Global de Prácticas Globales del Agua del Banco Mundial discuten cómo este sector, a menudo subestimado, ofrece un potencial significativo sin explotar para la mitigación. El sector del agua no solo es fundamental para adaptarse a los impactos del cambio climático, sino que también juega un papel crucial en la transición hacia la energía verde.

Las infraestructuras hídricas, como las plantas de energía hidroeléctrica (como es el caso paraguayo) y los sistemas de gestión del agua, pueden integrarse en estrategias de mitigación que promuevan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la gestión eficiente del agua puede ayudar a mejorar la resiliencia de las comunidades y reducir su vulnerabilidad frente a eventos climáticos extremos. Por ejemplo, la captación de aguas pluviales y el almacenamiento subterráneo de agua pueden reducir la presión sobre los recursos hídricos y mejorar la seguridad alimentaria y energética en áreas afectadas por sequías.

La necesidad de soluciones innovadoras

El informe también destaca cómo el sector del agua puede ofrecer soluciones innovadoras necesarias para enfrentar el cambio climático. Desde la construcción de infraestructuras más resilientes y sostenibles, hasta la promoción de tecnologías que mejoren la eficiencia en el uso del agua, este sector puede contribuir significativamente tanto a la mitigación como a la adaptación. Sin embargo, para que estas soluciones sean efectivas, es crucial que los gobiernos y las instituciones internacionales integren la gestión del agua en sus estrategias climáticas y de desarrollo.

A medida que los países implementan sus políticas climáticas, es fundamental que el sector del agua sea considerado un elemento transversal en todas las estrategias de desarrollo. Desde la protección de los ecosistemas acuáticos hasta la mejora de la infraestructura hídrica y la promoción de políticas de gestión sostenible del agua, las soluciones basadas en el agua son clave para construir un futuro más resiliente ante el cambio climático.

El análisis de los Informes Nacionales sobre Clima y Desarrollo (CCDR) del Banco Mundial revela que el agua es un elemento central en la lucha contra el cambio climático y el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. A medida que los países aborden sus vulnerabilidades climáticas, es fundamental que integren el sector del agua en sus políticas y estrategias. Con un enfoque más innovador y colaborativo, el agua puede desempeñar un papel crucial en la construcción de un futuro más sostenible, resiliente y equitativo para todos.

Sequía actual y consumo del agua. ¿Existen medidas suficientes?

En el mes de octubre de 2024 preocupaba la bajante de los ríos y se iniciaban los reportes de sequía extrema, el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ERSAAN) solicitaba racionalizar el uso del agua y se anunciaba que el Departamento Central era la zona más afectada para el servicio de agua potable. Mientras tanto, el Chaco, siendo la región más seca sufre esta situación con mayor estrés. Hace unos días la encargada del ente manifestó que antes del verano vienen realizando labores de contingencia, esas labores consistían programación de cortes.

Conociendo los desafíos de la variabilidad y el cambio climáticos, además de las sequías recurrentes por fenómenos como la niña; ¿es suficiente reunirse con los prestadores antes del verano o realizar inversiones cortoplacistas? Aparentemente, el gobierno y sus dependencias no han realizado los deberes. Mientras no se tomen medidas holísticas que busquen mejorar el ciclo del agua, el estado paraguayo año tras año se verá en peores situaciones y quienes seguirán sufriendo las consecuencias serán aquellos que más necesitan.

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