Ventanillas libres

No terminábamos de conocer los detalles del indignante despojo de más de 700 millones de guaraníes a dos familias extremadamente pobres del departamento de Caaguazú, por parte de una funcionaria de Diputados, un abogado y otros cómplices, cuando saltaba otro fraude con una indemnización también pagada por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) e igualmente efectivizada por el Banco Nacional de Fomento (BNF).

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Otra vez la misma empresa del Estado, otra vez el mismo banco del Estado metidos en el entuerto.

El denunciante, Eliseo Quiroz, había presentado una demanda civil en 2018, pidiendo una indemnización por daños y perjuicios por el paso de una línea de alta tensión por su propiedad en la compañía San Javier, del distrito de San Ignacio en Misiones.

Pasó el tiempo, Quiroz nada más supo de la demanda y perdió contacto con su abogado, cuando en noviembre de 2021 se presentó con uno nuevo en un juzgado civil de Asunción. Grande fue su sorpresa cuando comprobaron que la ANDE ya había entregado un cheque de 170 millones de guaraníes a su nombre, y que éste ya había sido cobrado en el BNF a inicios de ese año, el 15 de enero.

Denunciado el caso ante la fiscalía, se encontraron con que el cheque había sido retirado el 7 de enero por un supuesto abogado llamado Hugo Villagra, mediante un falso poder especial supuestamente otorgado por la víctima y confeccionado por la escribana Ada Luz Aceval.

El detalle es que el supuesto abogado Villagra es en realidad alguien a quien reclutaron para utilizarlo en las gestiones ante la ANDE, según confirmó la escribana Aceval, quien proporcionó al fiscal Eduardo Alegre la identidad del abogado que solicitó la confección del falso poder especial.

Para esta ingeniería delincuencial, de acuerdo al fiscal Alegre, ya fue otra la persona que cobró el cheque el 15 de enero en la ventanilla del BNF en la sucursal de Quinta Avenida en Asunción.

Para hacerlo endosaron el cheque no transferible con una firma falsa de la víctima, y luego lo endosaron nuevamente con otra firma y el número de cédula de una mujer ya fallecida, aunque el detalle adicional es que quien cobró el cheque en ventanilla fue un varón, quien no se sacó el tapabocas para hacerlo ya que eran tiempos de pandemia en el país.

La ANDE alegó que entregó el cheque con la inscripción “No transferible” porque el supuesto abogado presentó un poder especial, un caso similar al que se detectó con el fraude contra las familias de Caaguazú en el que exhibieron un poder general.

Sin embargo ante estos escándalos, su presidente Félix Sosa ahora emitió una resolución por la que solamente entregarán los cheques no transferibles a sus destinatarios y ya no a terceras personas.

En lo que se refiere al BNF está clarísimo que violaron lo que ordena el Código Civil Paraguayo en su artículo 1740.

La normativa establece taxativamente que el cheque con la cláusula “no transferible” no puede ser pagado más que al tomador o, a petición de éste, acreditado en su cuenta corriente.

Y el tomador no puede endosarlo más que a un banquero para el cobro, quien no puede endosarlo ulteriormente, como ocurrió en el caso de Misiones.

Pero el código va más allá, al ordenar también en el mismo artículo que aquel que paga un cheque no transferible a un persona distinta del tomador o del banquero endosatario para el cobro, no tiene derecho a repetir lo pagado.

Es cuestión de hurgar ahora en los pagos de indemnizaciones anteriores de la ANDE, en diferentes conceptos.

Y de ver especialmente aquellos que se efectivizaron en las ventanillas del BNF, en cuya sucursal de Repatriación pagaron también dos cheques no transferibles como si se tratase de cheques al portador, desembolsando además 800 millones de guaraníes en efectivo.

Una vez más y gracias a sus funcionarios infieles, las instituciones del Estado convertidas en grandes protagonistas de la semana.

guille@abc.com.py

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