¿Cuántas personas más tienen que morir?

Una vez más lamentamos la muerte de varias personas en el kilómetro 45 de la ruta PY02, más conocida como la “Ruta de la Muerte”. El 1 de setiembre a las 15:50, la vida de seis personas se apagó para siempre tras un múltiple choque que fue ocasionado por el conductor de un camión de gran porte que se quedó sin frenos.

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Este tramo de Pedrozo ya ha sido cuestionado por los pobladores de la zona y por numerosos conductores, quienes aseguran que el semáforo del sitio se encuentra mal ubicado. Tanto así, que lejos de ayudar, lo único que hace es provocar accidentes de tránsito.

La compañía Pedrozo de Ypacaraí tiene un altísimo índice de percances sobre la ruta PY02, Mariscal Estigarribia. Según los archivos de ABC Color, hubo más de 40 accidentes y también más de 80 personas fallecieron en el lugar desde la década del 70. Por ejemplo, el 15 de julio de 1978, 19 personas murieron en un choque frontal del colectivo de Rysa contra un camión sojero. El 7 de enero de 1995, en otro percance fallecieron 11 personas, por citar algunos casos. Y este 2024 ya van nueve fallecidos.

¿Qué esperan nuestras autoridades para solucionar esto? Mientras ellos se duermen sobre los laureles, y se llenan los bolsillos del dinero del pueblo con paupérrimas obras viales, la gente inocente sigue muriendo en una ruta que no garantiza la seguridad para quienes utilizan y viven en los alrededores.

Lo que pasó el último domingo no debe repetirse. No debe seguir muriendo más gente por la irresponsabilidad de otros.

Tristeza, impotencia e incertidumbre es lo que siente la ciudadanía que ya recurrió a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas, y los mismos simplemente no se movieron para evitar esta serie de accidentes fatales.

Muchos de los vecinos afirman que la construcción de un viaducto longitudinal en el Km 45 de la ruta PY02 es la única obra que impedirá los accidentes mortales. Sin embargo, la propuesta del MOPC es hacer un “viaducto transversal”.

Las autoridades encargadas deberían trabajar por la seguridad vial de la ciudadanía y no están haciendo. Es una pena que mueran seis personas para que empiecen a realizar controles de camiones de gran porte en el Kurusu Peregrino.

La realidad es que ni con la tragedia que se vivió el último fin de semana se movilizaron de forma rápida para proponer una solución que sea factible y que funcione. La ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión, no se dignó a responder al pedido específico de la ciudadanía. Desde su dirección, solo ha presentado propuestas arbitrarias. Y por lo que se ve, por la insensatez de los encargados del cambio, tristemente los siniestros viales continuarán en este lugar.

faustina.aguero@abc.com.py

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