¡Que no apaguen La Chispa!

Los espacios públicos escasean en Asunción, más aún los que fomentan y buscan articular el arte y la expresión urbana, muchas veces marginados, y en respuesta a esta indiferencia, nacen algunos espacios como La Chispa, que hoy sufre un nuevo embate en una alianza estatal que, en vez de buscar mecanismos para que el espacio conviva con ciudadanía, busca apagarla.

Cargando...

El centro de Asunción, específicamente el casco histórico, hace años fue abandonado por las autoridades de las diferentes instituciones del Gobierno, siendo tierra de nadie, donde lejos de construir y fomentar la participación ciudadana para que se empodere y habite estos espacios, los dejaron a su suerte, permitiendo la ocupación de personas adictas, carteristas, asaltantes y rateros.

Sin embargo, algunos lugares se convirtieron en resistencia ante al abandono y la ocupación de la marginalidad, siendo articuladores de diferentes tipos de artes y expresiones, muchas veces marginados, que no cuentan con espacios para expresarse.

La Chispa, un pequeño local sobre la calle Estrella de Asunción, fue recibiendo a todo tipo de artistas y público, que buscaban un espacio en el que puedan unir su visión de mundo alternativo, quedando cada vez más chico el centro cultural ante la cantidad de gente que necesitaba el espacio, por lo que terminó poco a poco tomando la calle y convirtiéndose más que en un espacio físico, en una comunidad.

Tanto artistas en proceso de formación, como grandes grupos y cantantes del ámbito nacional, fueron partícipes de los diferentes festivales y ferias que se realizaron en La Chispa: La de Roberto, Eeeks, Vecindad Autopsia, Purahéi Soul, entre varios otros, forman parte de la historia de la que con el tiempo adoptó de manera justa el prestigiado mote de “la cuadra cultural”.

Pero no solo juntó a artistas de diversos ámbitos, La Chispa se convirtió en un espacio diverso, en el que se encuentra el público de la cultura punk o metalera, con la comunidad LGBTI, conviviendo de manera armoniosa, algo que nunca se vio o se vería en otros espacios, una forma de fomentar ciudadanía, tolerancia, respeto, diversidad y civilidad.

La fiscalía imputó a los gestores culturales de La Chispa, un lugar que como cualquier espacio o comunidad que crece, también cuenta con detractores, pero que se convirtió indiscutiblemente en un espacio cultural fundamental, fomentado, visitado y articulado para el arte y la expresión urbana del Centro Histórico de Asunción y por la ciudadanía que necesita un espacio del que pueda sentirse parte para encontrarse a sí mismo y con sus pares.

pedrodare@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...