Imprevisión fatal

Salir a la calle durante una jornada de tormenta, obligado por responsabilidades laborales, familiares o académicas, se vuelve penosamente un desafío a la misma muerte. La tragedia no tiene como único culpable a la naturaleza, sino también a la corrupción y negligencia de las autoridades municipales.

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Esta semana, un nuevo episodio enlutó a una familia paraguaya en Luque, la tercera ciudad más grande del país y la que cuenta con la mayor población en el departamento Central.

Una madre y su joven hija fueron arrastradas por el raudal durante una fuerte lluvia en el centro de la ciudad el pasado miércoles. A pesar de ser una de las ciudades más importantes de Paraguay, con un territorio y población en constante crecimiento, las autoridades de Luque no han estado a la altura de las circunstancias para gestionar adecuadamente el desarrollo urbano y la seguridad de sus habitantes.

En los días posteriores al trágico hecho, el intendente, máxima autoridad municipal y representante electo de la ciudad, Carlos Echeverría, no se responsabilizó por la falta de infraestructura para prevenir este luctuoso desenlace en la que estas mujeres no solo fueron víctimas de un fenómeno natural. La única barrera que impedía que los autos o peatones fueran arrastrados por el raudal hasta el arroyo San Juan era una valla comprada por los propios vecinos hace más de 10 años, a través de su comisión vecinal.

A pesar de conocer esta precaria situación, las autoridades municipales no invirtieron en obras de contención ni previeron las herramientas técnicas necesarias para prevenir hechos tan trágicos, lo que supone un delito por falta de previsión, del cual no se hacen responsables.

En su posición de poder, optan por lavarse las manos y culpar a la naturaleza, lo que incluso fue respaldado por el mismo presidente de la República, Santiago Peña, quien atribuyó directamente las muertes a la inclemencia del tiempo, en la misma tónica que el titular de la Municipalidad.

Esta tragedia pone en evidencia la urgente necesidad de mejorar la infraestructura urbana en Luque y de exigir a las autoridades locales que asuman su responsabilidad en la prevención de desastres y la protección de la vida de los ciudadanos. La corrupción y la negligencia no pueden seguir cobrándose vidas inocentes. Es imperativo que los funcionarios electos rindan cuentas ante la población y tomen medidas contundentes para evitar que sucesos como este se repitan en el futuro.

jazmin.jara@abc.com.py

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