Siempre habrá un 13 de enero, decía Argaña

Pocos recordaban esta historia hasta que el 13 de diciembre de 1988, en la presentación del libro Ensayos Republicanos, de Juan Manuel Frutos Pane, Luis María Argaña exclamó: “siempre habrá un 13 de enero”, advirtiendo lo que iría a suceder semanas después con el stronismo. Cómo incidió esa fecha de 1947 en la historia del Paraguay. He aquí un breve relato.

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En enero de 1947 el gobierno del general Higinio Morínigo era ya insostenible. En 1946, durante la llamada Primavera Democrática, se había formado un gobierno de coalición entre colorados, franquistas (seguidores del coronel Rafael Franco) y militares. Los dos primeros entablaron una guerra por ver cuántos ministerios les tocaba. Los franquistas se retiraron de los ministerios que dirigían por orden de Franco, quien creía que ante esa actitud los militares se decidirían a remover a los ministros colorados y copar con uniformados el gabinete.

El 11 de enero de 1947, cumpleaños de Morínigo, se reunieron los comandantes con el presidente en Mburuvicha Róga. Se planteó al primer mandatario expulsar del gabinete a los partidos políticos y militarizar el gobierno. El presidente quería dejar a los colorados y deshacerse de los franquistas.

La juventud franquista amenazaba con “villarroelizar” a Morínigo, en alusión al presidente boliviano Gualberto Villarroel, quien el 22 de julio de 1946 había sido derrocado y asesinado por una turba, junto con varios de sus colaboradores, en la Plaza Murillo de La Paz. Su cadáver sería luego colgado.

El 12 de enero se movieron quienes propugnaban la vuelta del coloradismo al poder absoluto. Las cabezas militares fueron el comandante de la Caballería, teniente coronel Enrique Giménez, y el jefe de Policía, mayor Rogelio Benítez.

Juan León Mallorquín y Felipe Molas López fueron los líderes civiles. En casa de Rogelio Benítez se programó copar las fuerzas militares, previo apresamiento de los generales Machuca y Pampliega y del coronel Rafael Franco.

El 13 de enero de 1947, Morínigo pegó el autogolpe. Apresó a todo el Estado Mayor y decidió gobernar entonces solo con colorados y militares incondicionales.

Morínigo conformó su nuevo gabinete colorado-militar con Federico Chaves, J. Natalicio González, Víctor Böettner, Víctor Morínigo, César Gagliardone, Guillermo Enciso Velloso, coronel Mutshuito Villasboa y capitán de Navío Ramón E. Martino.

Enrique Giménez, principal protagonista de la vuelta del coloradismo al poder, sería luego traicionado por sus correligionarios y desterrado, en una historia recurrente, repetida despiadadamente a lo largo de la vida política nacional.

El 13 de enero de 1947 se dio inicio a la trilogía Partido Colorado-Gobierno-Fuerzas Armadas, que luego perfeccionaría Alfredo Stroessner, desde 1954.

Aquel mismo día de enero, también, comenzó a incubarse la trágica guerra civil que duró de marzo a agosto de 1947 y sembró de odio y luto el Paraguay. Siguió un periodo de grandes turbulencias. Hasta que en 1954 Stroessner copó la ANR. Hoy el partido ha sido nuevamente copado.

Es oportuno recordar las consecuencias de un copamiento en el coloradismo. Argaña entendía el asunto.

nerifarina@gmail.com

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