Cargando...
Sobre este punto: el de colgarse de las Instituciones del Estado, no existe diferencias entre oficialistas y opositores. Desde hace años diversas personas se encuentran esparcidas disciplinadamente dentro del Estado, llámese: Poder Judicial, Legislativo, Ejecutivo ere erea.
Llama la atención el silencio de los “ñembo” partidos de izquierda ante estas graves irregularidades, o ¿tendrán ellos también sus “NepoBabys”, “Nepoloro” o sus amigos privilegiados?”.
Con la excusa de la masonería que no beneficia en nada al pueblo trabajador, el festín en el Poder Judicial es lo mismo que ocurre en el Poder Legislativo. En el Palacio de Justicia abundan los “amiwis”; entra el marido, la esposa, el hijo, la hija, el sobrino, el primo, etc. El exministro Antonio Fretes había hecho uso de ese poder acomodando a los “amiwis” y sus familias.
En Paraguay, lo que está “bien” es colgarse del Estado (tanto para oficialistas como para opositores).
Esa opción de cambio, que se jacta en los discursos mentirosos del Partido Colorado, y que tampoco la ñembo izquierda logra representar, ya que terminan calcando a puño y letra los procedimientos irregulares del partido de gobierno.
En la época del Gobierno de Fernando Lugo, los “militantes” de los diferentes partidos o movimientos de esa nucleación también entraron por la ventana. Muchos lograron acomodarse en la Secretaria de Emergencia Nacional, por ejemplo. Otros, en la TV Pública, en el Ministerio de la Niñez, en la Secretaría de Planificación, Ministerio de Desarrollo Social etc., y también abusan de los comisionamientos.
Basta con que la gente use el sentido común para identificar quienes están en las misma bolsa de “irregularidades”, la derecha como la izquierda no se diferencian más que por sus colores o nombres, pero semejantes con acciones calcadas cuando llegan a ocupar cargos en las Instituciones Estatales: ubicar a los amigos, amigas, familiares los espacios.
¿Cuál es la opción de cambio? Y todavía no existe el milagro para canalizar la rabia. La gente sigue hastiada de este sistema injusto y podrido.
Para las próximas elecciones el panorama es aún peor, la gente no se inclinará por las alternativas de cambio; porque en primer lugar no existe alternativas de cambio, ya que la rivalidad, contrariedad y falta de organización es el pan de cada día.