Cargando...
Promover la producción de alimentos para su comercialización es casi la única fórmula al alcance de aquellas familias rurales que, por la envergadura de sus unidades de producción, no tienen condiciones de explotar la agricultura empresarial y cuando los rubros de renta requieren de largos espacios entre la producción y la comercialización.
Producir alimentos no solo para cubrir las necesidades básicas alimentarias de cada familia, sino obtener el excedente que permita un ingreso económico con el cual cubrir otras necesidades, como educación y salud, dos necesidades elementales que el Estado, por la ineficiencia y la corrupción imperantes, no cubre adecuadamente.
El mercado de consumo de alimentos es prácticamente ilimitado. Pero mucho de ese mercado está satisfecho con productos que vienen de afuera, por lo general, donde el contrabando juega un papel preponderante.
En la feria municipal de Encarnación y los principales comercios de la zona se vende todo tipo de hortalizas y frutas venidas desde nuestros vecinos más cercanos que son Argentina y Brasil. Hasta ajo de China invade el mercado local.
En gran medida, y esto no deja de ser cierto, la producción local suele tener una gran dificultad para ingresar al mercado por su bajo volumen de producción. La comercialización intensiva de estos productos exige una provisión constante y masiva, condición que el pequeño productor no puede satisfacer.
Aquí es donde la producción asociativa, la producción cooperativizada, puede ser la respuesta. Para lograr el desarrollo sostenido de los pequeños productores, necesitamos superar esa etapa de la producción para la mera subsistencia. Recursos naturales sobran, gente que quiere trabajar también. Falta ese empuje organizativo que, sin ninguna duda, tiene en las cooperativas una respuesta más que oportuna.
Esta es una tarea en la que debería poner énfasis desde los diferentes organismos gubernamentales, en el nivel que fuere, sean secretarías de agricultura, de producción o de desarrollo, en cada municipio, del gobierno regional y el nacional.
En Itapúa, sobran ejemplos de cooperativas altamente eficientes y exitosas que, con organización, gestión y manejo transparente de la organización, lograron convertirse en emporios de trabajo y producción. Es cuestión de animarse a encarar el desafío.