Cargando...
El cartismo apunta toda su artillería a este espacio político que siempre le fue esquivo y al que nunca pudo dominar del todo, ni por las buenas ni por las malas.
La candidatura de Silvio “Beto” Ovelar para la presidencia del Senado quizás sea un tanto simbólica, al tratarse de un senador que antes se vanagloriaba de no ser cartista y que incluso avisó que, si veían que él se mudaba de carpa, debían deducir que no era gratis.
Como Santiago Peña, que ni siquiera era colorado, Beto Ovelar es uno más de los políticos arribeños adquiridos por el cartismo para su proyecto político-empresarial que tiene como una de sus principales características la de captar adherentes en base a ofertas de dinero y poder, según dicen los mismos colorados.
Durante la administración de Cartes (2013- 2018), fue evidente su objetivo de copar todos los espacios de poder, para lo cual no dudaron en tejer alianzas con tirios y troyanos, sean cuasidelincuentes o enemigos políticos.
En el actual periodo, en base a los nombramientos que se van dando, a los discursos y los hechos, no hay dudas de que Santiago Peña no ejercerá el poder real.
Posiblemente, el futuro mandatario será el “rostro amable” del cartismo, mientras en los ámbitos de la “realpolitik”, otros hacen el trabajo sucio.
Algo de eso se está viendo en estos días, mucho antes de que asuma la nueva administración.
Por un lado, Peña presenta a cuentagotas a integrantes de su gabinete, en cuidados y primorosos videos compartidos en Twitter. Por el otro, el cartismo, a tambor batiente, expulsa desde su Tribunal de Conducta con mandato vencido, a un presidente de seccional anticartista sin darle derecho a la defensa y sin cuidar los más elementales mecanismos legales.
Previsiblemente, la decisión del tribunal partidario será apelada y revertida por la Justicia Electoral, pero quedará como una anécdota que evidencia, una vez más, las reacciones sanguíneas y arbitrarias que acostumbra exhibir el líder de Honor Colorado y su entorno, contra quienes osan enfrentarlos.
Si el cartismo logra extender su hegemonía en el Congreso, tendrá vía libre para avanzar sobre otros espacios, incluyendo los de extrapoder, como el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, así como la posibilidad de presión sobre el Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado, entre otros.
La clave en esta pelea es el papel que cumplirán las bancadas de la oposición en la Cámara de Senadores. Quienes perdieron las elecciones (opositores y colorados) ¿tienen condiciones para recomponerse y disputar espacios de poder en el nuevo periodo presidencial que se inicia, hegemonizado por el cartismo?
El desenlace de esta disputa por la mesa directiva del Senado marcará inexorablemente las condiciones en las que se dará el ejercicio del poder político en nuestro país en los próximos meses.