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El presidente electo Santiago Peña confirmó semanas atrás su intención de mudar la sede diplomática de nuestro país tras una visita protocolar del embajador de Israel en Uruguay y concurrente en Paraguay, Yoed Magen.
El excanciller nacional, Miguel Abdón Saguier, dijo en su momento que la decisión de Santiago Peña de trasladar la embajada “no tiene sentido” y va en contra de la ley internacional. Señaló que probablemente obedece a un “capricho personal” de Horacio Cartes.
La apertura de embajadas en Jerusalén es una cuestión controvertida desde que Israel se anexionó la parte oriental de la urbe en 1980. Esta zona ocupada es reclamada por los palestinos como capital de su futuro Estado, mientras que Israel ve el conjunto de la ciudad como su capital única e indivisible. Tras la anexión de 1980, la ONU consideró ilegal esta decisión y la mayoría de países trasladaron sus embajadas a Tel Aviv. Según Naciones unidas, el estatus final de Jerusalén debe ser negociado para una resolución definitiva entre palestinos e israelíes.
En mayo del 2018, a pocos meses de dejar el poder, el entonces presidente Cartes, mentor político de Santi Peña, inauguró la sede de la embajada en Jerusalén, siguiendo los pasos de los gobiernos de Estados Unidos, Guatemala, Honduras, y un par de países más.
En septiembre de 2018, poco después de asumir el cargo, la administración Abdo Benítez revocó esa decisión y argumentó que había sido una medida tomada de forma unilateral. El presidente Abdo Benítez ordenó que se traslade nuevamente la sede diplomática paraguaya de Jerusalén a Tel Aviv, medida que sigue vigente. Israel respondió rápidamente cerrando su embajada en Asunción.
En septiembre del 2019 hubo una mejora de las relaciones con Israel tras el reconocimiento por parte de Paraguay del movimiento islamista palestino Hamás como una organización terrorista internacional. En tanto, el pasado 26 de enero, el Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso graves sanciones financieras a Horacio Cartes, y lo vinculó con la organización terrorista Hezbolá, enemigo de Israel. El país gobernado por Benjamín Netanyahu es un aliado clave de EE.UU. El premier israelí es amigo de Cartes. Veremos cómo termina éste entrevero diplomático que se reactivará en el amanecer del gobierno de Santiago Peña.