Netflix

En nuestro país se aburre el que quiere porque en Paraguay, los casos más delirantes, ¡los vivimos y no los vemos por Netflix!

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La fiscala Sandra Ledesma investiga el crimen de un extranjero y su niña. Entre sus hallazgos no resultó muy llamativo encontrar violines Stradivarius (coleccionistas han pagado por algunos hasta USS 16 millones), marfiles (pueden costar hasta 2.100 dólares por kilo, casi siempre ilegales) y hasta aparecieron huesos de dinosaurios. Donde la historia se volvió de película es cuando el abogado de la víctima y de su familia, que participaba de todos los procedimientos, terminó preso. Dicen que tenía redactado un testamento falso donde figuraba como heredero único.

El caso de don Chapaló (condenado a 26 años de cárcel por narcotráfico) sus cuatro médicos, su fiscal y su jueza es también para Netflix. El “enfermo” logró el milagro de que cuatro médicos coincidan no solo en el diagnóstico sino en los sujetos, verbos y hasta las comas de cuatro certificados casi igualitos. El hombre ya anteriormente obtuvo el “ayudomí” del juez Néstor Arévalos que lo envió a una granja vip porque tenía claustrofobia. Ahora casi se fue a su casa gracias a la fiscala de ejecución (Norma Rosa Solís, que logró el rekutú): según ella, don Chapaló corre peligro de muerte y tiene hipertensión, cardiopatía, diabetes, problemas pulmonares y hasta ginecomastia.

En otro caso de película, amanecía ayer cuando un comisario y su suboficial fueron para intervenir contra unos patoteros en el barrio Jara. La “autoridá” terminó asaltada y despojada de sus armas mientras los criminales corrían por su vida… olvidándose de dos autos.

Si el sábado ya venía movido, a media mañana el presidente Mario Abdo Benítez hizo el último delirio. Puso como titular de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) a un hurrero del que nada se sabe excepto que le pidió –y obtuvo- de Horacio Cartes la destitución de un ministro por ser liberal. Richard Estanislao Gomez recorrió varias carpas fuera y dentro de la ANR; es mediático, folclórico y dirigente pero no entiende un pito de telecomunicaciones. Si por lo menos Abdo Benítez hubiera mirado sus informaciones comerciales sabría que su experiencia, administrando algo, llegó hasta a auxiliar administrativo de Senepa. Desde ayer, este nombramiento es una de las burlas más grandes del Presidente: Conatel es la entidad más delicada que maneja el espectro de varios negocios sensibles y millonarios del sector público y privado incluyendo radios, canales de televisión, telefónicas celulares, fondos de servicios universales, telecomunicaciones en general. No se puede creer: Este nombramiento ¡también es para Netflix!

mabel@abc.com.py

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