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Los manifestantes se reacomodaron en el patio de la Municipalidad donde continúa la protesta y exigen la intervención de la administración comunal, decisión que debe tomar la Cámara de Diputados.
En octubre del año 2018 el mismo grupo de ciudadanos realizó una serie de movilizaciones para exigir la renuncia del intendente, que cumple su segundo periodo de gobierno.
El pedido de intervención fue hecho por siete concejales municipales ante el Ministerio del Interior, que a su vez elevó a la Cámara Baja donde se conformó una que ya escuchó a los ediles y al jefe comunal. Ahora se aguarda una decisión del pleno de Diputados.
Si es que se aprueba la intervención de la administración municipal, los leales o partidarios de Urbieta Cáceres no deberían considerar la decisión como una “derrota política” ni los manifestantes como un “triunfo”. Tiene que ser una oportunidad para ambos sectores para demostrar lo que están denunciando por un lado y por el otro lo que están defendiendo. Es hora de superar los enfrentamientos estériles y de preservar la democracia en la ciudad de Concepción.
Los cuestionamientos de los ciudadanos datan de más de un año y diez meses. En ese tiempo se registraron momentos sumamente violentos, cuando los manifestantes se enfrentaron a policías y a seguidores del intendente en las calles de la capital departamental.
Independientemente de que haya o no intervención, el castigo real a los políticos que no cumplieron sus promesas o abusaron de los recursos públicos, lo debe aplicar la ciudadanía a la hora de votar.