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Ahora todo tiene sentido. Por fin sabemos para qué vino a Asunción el presidente argentino en un viaje relámpago el 9 de abril pasado.
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Le prometieron a Paraguay que se elevará de US$ 22,6/megawatt/hora a US$ 28 por megawatt/hora. Obviamente que de fino aceptó “Pinocho” porque representa gua’u más ingresos y eso nomás le interesa. ¿A cambio de qué? De que Paraguay utilice solo el 14% del 50% que le corresponde de la energía de Yacyretá y que Argentina se lleve el 50% que le corresponde más el 36% de lo que le pertenece a nuestro país.
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El gobierno “histórico” cartista, para obtener más recursos, ignoró completamente la crisis energética que se avecina. A este ritmo, es difícil que vayamos a estar mejor y menos si llenamos de seccionaleros la entidad.
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Duras críticas de sectores políticos por la falta de personalidad de “Pinocho” que, para intentar refutar los cuestionamientos, publicó en sus redes sociales una foto con Alliana, mostrándose unidos gua’u.
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Cuentan los que saben que retornó pirevai “Pinocho”. Hay dos hipótesis: 1. Le fallaron los lobbistas o 2. Para Washington es capítulo cerrado el castigo al “Patrão”.
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Mientras toda la artillería apunta a conseguir la indulgencia del país del Norte, en Paraguay comienzan a producirse las fisuras dentro de “Horror Colorado” porque “el quincho” ordena una cosa, el “Hércules” da vuelta las turbinas y “Pinocho” sigue concentrado en su plan de expansión y reuniéndose con los CEO.
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¿Quién gobierna el país? A este paso, vamos aceleradamente camino al barranco. La atención en salud pública empeora, la inseguridad crece, una asociación mau que dirige Carol “capitaliza” los exámenes de ingreso para “formación” docente, el millonario plan Hambre Cero no llega a todos y los politiqueros se pelean por las “cometas”, etc.
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En los discursos, la idea es atraer inversiones “históricas” pero las empresas que están radicadas en el país y por radicarse son castigadas. La Corte contribuye dando “visa” a firmas para que traigan alimentos y bebidas sin fiscalizar. ¡Socorrooo!