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Chanti y la primera dama emitieron un mensaje de “reflexión” por la Semana Santa que sonó más falso que beso de Judas. Las palabras se las llevan el viento, sino que lo diga San Pedro, que dijo que jamás negaría a Jesús, y antes que cante el gallo lo negó tres veces.

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Es que, aparentemente, está tomando las enseñanzas erróneas, ya que en vez de emular la caridad que inculcó Jesucristo con el lavatorio de los pies, está copiando el lavado de manos de Poncio Pilato para favorecer a los bandidos.

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Es que, mientras la ciudadanía está lejos de “estar mejor”, como prometieron, y padece un vía crucis para llegar a fin de mes, los amigo$ ligan por lo bajo –al igual que Judas– sus “treinta monedas”.

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Y es que a diferencia de Juan Pueblo, que la pelea para al menos mantener la tradición del “chipa apó”, hay varios en el Gobierno que están amasando verdaderas fortunas a costa del Estado.

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Varios tienen bastante internalizada la práctica de “Tuku karú”, pero arrasando con dinero del Estado.

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Justo que, en la víspera, esta columna destacaba con extrañeza la prolongada “visita” de Chanti a nuestro país, se anunció su viaje número cincuenta, que será a Japón.

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Paradójicamente, también seguimos “sin-cuenta” de la utilidad de tantos viajes, ya que hasta ahora no se ven empresarios serios formando fila para invertir en el país.

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En estos días santos y con las calles casi vacías, lastimosamente se nota aún más que Asunción es una ciudad muerta y con pocas esperanzas de resucitar, al menos de la mano del Renecho.

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Al igual que el centurión que le dio la estocada final a Jesús, el intendente capitalino parece empeñado en hundir cada vez más la ciudad, aunque no hay que olvidar que no actúa solo, ya que tiene varios cómplices en la Junta.

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Los que esperamos que vuelvan con espíritu renovado son los legisladores tras las minivacaciones de una semana que se tomaron.

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No se les pide mucho para el alto salario que cobran. Con que simplemente vayan a sesionar una vez por semana, ya sería algo, puesto que, aunque parezca algo básico, es un “milagro” poco visto.

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