“Cuando hablamos de servicio, nos referimos a intentar preñar a las vacas y vaquillas, sea con monta natural, inseminación artificial u otras herramientas. Actualmente estamos en el inicio del servicio, y este año ha tenido un buen invierno para la ganadería, las lluvias ayudaron a tener una buena oferta forrajera desde septiembre. Queremos dar énfasis a la preñez de las vaquillas (primer parto), en un momento en que se habla mucho de aumentar el hato ganadero paraguayo”, comentó Adolfo Pereira.
–¿Por qué empezar por las vaquillas?
–Lo que buscamos siempre es preñar primero a las vaquillas, para que cuando llegue el proceso del parto ellas requieran de una atención diferencial a la de las vacas (de segundo o más partos). Una vaquilla de primer parto tiene poca experiencia para cuidar su ternero, debemos acompañar, pero sin romper el proceso, y la madre tiene que tener la capacidad de atender y criar inmediatamente a su ternero.
–¿Qué hacer: monta, inseminación, repaso?
–Si hablamos a nivel país, hay una discusión (sin datos certeros) de que alrededor del 30% de las hembras en nuestro país hoy se inseminan. Y el 70% sigue siendo con monta natural. Con esa inseminación estamos apuntando a tener una preñez de entre el 45 y el 50%, y el resto es el trabajo de los toros (repaso de vacas que no quedaron preñadas con la inseminación). Hoy la tecnología o la biotecnología de la IATF (inseminación artificial a tiempo fijo) está consolidada. No tiene ningún punto flaco, solamente depende del técnico; sin embargo, la IATF no va a solucionar el problema nutricional, sanitario y de manejo.
10 a 15% más con IATF + repaso
Pereira recomienda la IATF+Repaso en una temporada simple de 90 días, en ambos casos (monta e IATF+repaso) entre los meses de octubre, noviembre y diciembre. Para el experto, en ambos casos se puede llegar a tener el mismo porcentaje de preñez; sin embargo, hay una diferencia de tasa de preñez en IATF más repaso con toro de entre un 10 y 15% a favor.
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De 1 día a 30
En relación con la unidad de cría, el objetivo es alcanzar una mayor tasa de destete y mayor peso. La diferencia entre un programa de IATF y un programa de toros es que en un solo día se puede lograr inseminar 100 vacas, mientras que con el sistema de monta natural de toros se puede necesitar hasta un mes, sin tener la plena seguridad de una preñez 100%, sostiene Pereira.
“Si hablamos de vaca con cría en un protocolo IATF, el impacto más importante es que el animal con cría salga del anestro posparto y entre en celo, el proceso más difícil de este programa”.

Una inversión que rinde
La inseminación y el mejoramiento no es un gasto para el productor, sino una inversión que rinde a largo plazo. La vaquilla que pare de un producto de inseminación utilizando un buen toro (pajuela), entrega un ternero cuyas características durarán en el campo10 años.
Para el experto, equivocarse en el proceso, por el contrario, puede ser un problema durante diez años. “Cuando hacemos el diferencial de peso al destete, hay un 20 a 25% de diferencia de peso entre un producto de inseminación y un producto toro. Un ternero de IATF+Repaso puede llegar a pesar 210 kilos al destete; mientras en una monta natural 180 kilos, hay una diferencia importante de peso, y esos kilos en guaraníes marcan una diferencia.
Conseguir un toro que reúna condiciones de buen reproductor puede alcanzar una inversión de G. 16 a 18 millones. El animal solo al bajar del camión puede tener algún problema, y no trabajará o podría tener una muerte por picadura de alguna víbora, por ejemplo, y así la inversión se perderá. El trabajo dura noventa días, y se debe mantener al animal en buenas condiciones para que rinda, hasta que vuelva a su etapa de trabajo. Sin embargo, el toro no puede faltar dentro del período de servicio, pero no debe ser la única herramienta.
Costo y beneficio del programa
Un protocolo de IATF puede llegar a tener un valor de alrededor de G. 150.000 en un proceso llave en mano, comenta Pereira. Inseminar 100 vacas y asegurar 50% de preñez requieren de una inversión de G. 15 millones; es decir, el valor aproximado de un toro reproductor término medio.
“Cuanto más inseminás, menos toros necesitás; si no hacés inseminación, mínimo necesitás 3 o 4 toros para cubrir las 100 vacas, alcanzando un 50% de preñez; sin embargo, cuando se trabaja un proceso de inseminación + repaso con toros, únicamente es necesario invertir en dos toros”, explica.
“Sin embargo, el panorama cambia cuando hablamos de 1.000 vacas, la cantidad de toros que se necesita para el servicio impacta. El productor de cría no puede ignorar las ventajas de la IATF + repaso con toros y no debe analizar si es que se va a incorporar la tecnología. Todo está probado, no hay más que demostrar y la diferencia está a la vista”, concluye Pereira.
