Se estimaba que, de aplicarse en su totalidad, estas medidas habrían elevado la tarifa promedio efectiva en Estados Unidos del 2,5% al 22,5%, el mayor nivel desde 1910. Si bien se temía un freno al comercio global y una desaceleración económica, hasta el momento del acuerdo, el comercio seguía fluyendo con cierta normalidad, aunque bajo una atmósfera tensa por posibles conflictos entre India y Pakistán.
En este contexto, algunos mercados agrícolas podrían beneficiarse. En el caso de granos como soja, maíz y trigo, no se esperaban impactos significativos, ya que Estados Unidos. importa volúmenes reducidos de estas materias primas, salvo en trigo. Sin embargo, si China decide intensificar represalias comerciales, podría aumentar su demanda de soja brasileña, desplazando parte del comercio habitual. También será clave seguir la evolución de la relación entre Estados Unidos y México, que podría afectar los flujos del maíz.
En Paraguay, la zafra principal de soja 2024/25 superó ligeramente los 8 millones de toneladas. La siembra se había iniciado con cierto retraso, pero avanzó rápidamente en octubre. Fue una campaña de contrastes: mientras departamentos como San Pedro registraron pérdidas, regiones como Alto Paraná, Caaguazú e Itapúa alcanzaron rendimientos históricos. Se espera que la soja zafriña sume poco más de 1 millón de toneladas, elevando la producción total a cerca de 10 millones, un 6% menos que el ciclo anterior. Para el maíz, se estiman 4,9 millones de toneladas.

Paralelamente, avanza la comercialización de fertilizantes para la campaña 2025/26. Julio suele concentrar las importaciones, pero las compras se anticiparon. De hecho, entre 45% y 50% de los fosfatados y potásicos ya están comercializados, y se espera completar la cobertura antes de junio. En nitrogenados, más vinculados al maíz, las negociaciones se concentrarán en el segundo semestre.
El basis se ve presionado en el corto plazo por la política argentina. La baja de retenciones impulsó sus exportaciones de soja, desplazando parte de la demanda de China desde Brasil hacia Argentina y afectando los precios en la región. Sin embargo, esto podría favorecer a Paraguay en el segundo semestre: las industrias podrían incrementar la demanda de soja paraguaya, apreciada por su alto contenido proteico, para mezclas.