La bolsa crece con récord histórico, modernización y una nueva regulación

En estos últimos años se aceleró la implementación de mejoras tecnológicas en la arquitectura del mercado bursátil paraguayo.
En estos últimos años se aceleró la implementación de mejoras tecnológicas en la arquitectura del mercado bursátil paraguayo.Marina Golovina

Con el pico operativo más alto registrado en noviembre, que supera los US$ 7.800 millones acumulados al cambio actual, el mercado bursátil paraguayo se prepara para entrar al 2026 con una base fortalecida: más actores, nuevas herramientas tecnológicas y un marco jurídico que consolida su maduración financiera.

El mercado bursátil paraguayo va cerrando el 2025 con la mayor expansión de su historia. El volumen negociado acumulado superó los US$ 7.800 millones —muy por encima de sus expectativas iniciales—, impulsado por un crecimiento sostenido de operaciones durante todo el año y coronado por un pico operativo en noviembre, que fue el mes de mayor movimiento bursátil del periodo, traduciéndose al mismo tiempo en una variación positiva del 21% sobre el mismo lapso acumulado del año pasado.

Este desempeño no es un fenómeno aislado: confirma una tendencia de maduración estructural del mercado de valores, donde la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) deja de actuar como espacio restringido y comienza a posicionarse como mecanismo relevante de financiamiento corporativo y canalización de inversión.

Evolución del volumen negociado en Bolsa hasta noviembre de este año.
Evolución del volumen negociado en Bolsa hasta noviembre de este año.

El nuevo tamaño del mercado: el salto histórico

El contexto económico nacional acompañó este comportamiento. Con expectativas de crecimiento macroeconómico estables, mayor demanda interna de capital empresarial y una expansión en la base de participantes, el mercado mostró una profundidad que años atrás hubiera sido difícil imaginar. Según Rodrigo Rojas, gerente general de la BVA, “cada año que superamos el volumen anterior establecemos indirectamente un nuevo desafío, y la proyección para 2026 es seguir creciendo en torno al 15 a 20%”.

Este salto cuantitativo no se limita al volumen. También se refleja en la composición de los títulos, la diversificación de emisores y la incorporación de nuevos instrumentos y figuras del mercado, respaldados por un proceso de modernización regulatoria y tecnológica. Estos factores, combinados, contribuyeron a que la actividad bursátil tuviera en 2025 su mayor nivel de tracción y relevancia para el financiamiento del sector privado en Paraguay.

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Quiénes mueven el mercado: sectores y emisores

Durante este ejercicio, la expansión del mercado tuvo como principal impulsor al sector financiero, que lideró tanto en volumen operado como en emisiones, tanto en el mercado primario como secundario. Bancos, financieras y cooperativas acudieron a la BVA para fondearse en un contexto en el cual el crecimiento del crédito superó la captación tradicional de depósitos, trasladando parte de sus necesidades de liquidez hacia títulos emitidos en el mercado de valores. Esta dinámica convirtió a las emisiones corporativas en un mecanismo relevante para sostener la demanda crediticia del sistema.

Más allá del protagonismo financiero, también destacaron otros rubros con actividad significativa: telecomunicaciones, industrial, inmobiliario y servicios. Empresas manufactureras, constructoras y desarrolladoras inmobiliarias recurrieron al mercado bursátil para financiar expansión de capacidad, nuevos proyectos y capital de trabajo. En paralelo, los fondos de inversión y otros instrumentos especializados incorporaron proyectos con impacto en sectores diversos, fortaleciendo la oferta disponible para inversionistas y ampliando la profundidad del mercado.

En este frente, Rojas destacó la composición plural del crecimiento: “El sector financiero fue un gran protagonista este año, pero también hay que destacar al sector industrial, el inmobiliario, servicios y la actividad vinculada a fondos de inversión con proyectos relevantes”. Esta perspectiva confirma un punto destacado, y es que, aunque la deuda corporativa sigue concentrándose en actores financieros, la base de emisores se diversifica y genera mayor solidez en la estructura del sector bursátil.

A lo largo del año se observó una mayor concentración de operaciones en guaraníes a través del mercado secundario, con un mayor énfasis en bonos.
A lo largo del año se observó una mayor concentración de operaciones en guaraníes a través del mercado secundario, con un mayor énfasis en bonos.

Qué movió el mercado: composición real de la actividad bursátil

El comportamiento de la negociación bursátil en 2025 muestra una estructura claramente consolidada. Por moneda, al cierre de noviembre el 62,5% de las operaciones se realizó en guaraníes, mientras que el 37,5% en dólares, confirmando la preferencia por instrumentos en moneda local y un mayor nivel de confianza en la estabilidad doméstica.

En términos de mercado, el secundario representó el 94,1% del volumen operado, frente al 5,9% del mercado primario. Esta relación evidencia que la mayor parte de la actividad corresponde a la compraventa de instrumentos ya emitidos, con alta rotación y liquidez, indicador de un mercado activo donde inversionistas y entidades ajustan posiciones de forma dinámica durante el año.

Por tipo de instrumento, los bonos fueron el componente dominante al cierre del onceavo mes con el 97,1% del total operado, seguidos por las acciones con el 2,3% y los fondos de inversión con el 0,6%. La predominancia de bonos confirma que el mercado paraguayo es esencialmente un espacio para deuda corporativa y financiera, y todavía no uno de capital abierto o equity, algo que Rojas reconoce como una tarea pendiente: “Tenemos todavía que trabajar más en desarrollar productos vinculados a renta variable y explicar al empresariado los beneficios de operar con capital abierto”.

En el ranking de emisores, cinco actores lideraron el volumen acumulado a noviembre de 2025: Telecel SAE con G. 792,67 mil millones, Sudameris Bank con G. 665,67 mil millones, el Ministerio de Hacienda con G. 553,23 mil millones, Cecon SAE con G. 343,56 mil millones y Banco Itaú Paraguay SA con G. 324,36 mil millones. La composición evidencia que el liderazgo emisor combina emisores corporativos privados, entidades bancarias y al Estado como actor relevante de mercado.

Nueva Ley: modernización y convergencia con estándares internacionales

La entrada en vigor de la nueva Ley del Mercado de Valores marcó un punto clave en el proceso de modernización regulatoria del sistema bursátil local. El nuevo marco normativo fortalece los mecanismos de transparencia, amplía la definición de valores y facilita la incorporación de nuevos participantes y estructuras de instrumentos financieros. Entre los cambios más relevantes están la actualización del régimen para emisores, la adecuación de los requisitos de información y la armonización de procedimientos con prácticas recomendadas en mercados desarrollados.

La normativa también refuerza el rol de supervisión de la autoridad reguladora —como es el Banco Central del Paraguay (BCP) a través de la Superintendencia de Valores (SIV)—, generando mayor certidumbre para inversionistas institucionales y facilitando el ingreso de capital internacional mediante reglas más claras de registro, custodia, liquidación y revelación de información.

En este sentido, se proyecta una convergencia gradual hacia estándares regionales de mercados de mayor escala, como Chile, Perú y Colombia, donde la disciplina regulatoria juega un rol determinante en atraer financiamiento externo.

Desde la perspectiva operativa, la normativa permite el desarrollo de nuevos productos, como instrumentos vinculados a valores digitales y tokenizados, y aporta flexibilidad para estructurar emisiones adaptadas a proyectos específicos. En opinión del gerente general, “la nueva Ley aporta un marco moderno que incorpora estándares internacionales y permite desarrollar nuevos productos y participantes en el mercado”. Esta base regulatoria fortalece el ecosistema bursátil y lo prepara para una etapa en la cual la diversificación de instrumentos y la profundización de la oferta de deuda y capital serán decisivas.

Los mayores emisores en Bolsa son una combinación de entidades públicas y empresas privadas, con énfasis en el sector financiero.
Los mayores emisores en Bolsa son una combinación de entidades públicas y empresas privadas, con énfasis en el sector financiero.

Infraestructura y tecnología: el salto operativo del sistema bursátil

En estos últimos años se aceleró la implementación de mejoras tecnológicas en la arquitectura del mercado bursátil paraguayo, con énfasis en la capacidad de procesamiento, trazabilidad de operaciones y servicios de custodia más robustos. La Bolsa avanzó en la integración de plataformas que permiten una operatoria más ágil en el acceso a información, procesos de liquidación y registro de movimientos, creando condiciones para una experiencia operativa más eficiente para intermediarios y participantes.

Un punto central en esta transformación es el sistema administrado por la Caja de Valores del Paraguay (Cavapy), que actúa como infraestructura crítica para la compensación y custodia de valores. La interoperabilidad entre el operador bursátil y el custodio fortalece la seguridad y transparencia del mercado, aspectos valorados tanto por inversionistas locales como por actores institucionales.

La mejora del stack tecnológico no solo se limita a agilizar procesos, sienta las bases para que la infraestructura del mercado esté alineada con estándares internacionales de escalabilidad y auditabilidad de operaciones. Según Rojas, “las condiciones de infraestructura en las que estamos trabajando deberían colocarnos bajo estándares mucho más competitivos para atraer capital extranjero”. Esto se vuelve más relevante ante la expectativa de que instrumentos digitales, operaciones tokenizadas y aplicaciones de registro distribuido (DLT) puedan incorporarse gradualmente dentro del marco formal de negociación y liquidación.

Es clave entender en este punto que la convergencia entre normativa moderna e infraestructura tecnológica actualizada es lo que permitirá que nuevas clases de activos y nuevos participantes puedan operar en el sistema con menor fricción y mayor confianza operativa.

La visión del mercado desde adentro: una lectura estratégica

Para Rojas, el salto bursátil del 2025 no es un fenómeno coyuntural, sino la señal de un cambio estructural que llevará varios años en consolidarse. Durante la entrevista, insistió en un punto clave: “Cada año que superamos el volumen anterior establecemos un nuevo desafío”, agregando que la expectativa para el cierre de este año es un crecimiento “en torno al 30%”, sustentado en mayor participación y en el seguimiento de la línea de tendencia.

El profesional también subraya un cambio cultural: “Hay un aprendizaje de todos los actores del mercado. Las empresas están entendiendo el valor de diversificar sus fuentes de financiamiento y los inversionistas están más informados y con más apetito de productos”. Esta afirmación conecta con un fenómeno observado: la expansión de emisores y la rotación acelerada en el mercado secundario.

En cuanto a la infraestructura operativa, Rojas destacó el rol del custodio del sistema: “Con Cavapy estamos trabajando para avanzar en infraestructura que nos permita competir con estándares mucho más altos y atractivos para capital extranjero”. Aquí, la visión no es localista, sino de integración regional.

Finalmente, consultado sobre si Paraguay puede aspirar a ser un mercado más profundo y diversificado, respondió sin dudar: “Todavía el tamaño de nuestro mercado de capitales es muy pequeño si lo medimos a nivel de producto interno bruto, tenemos que seguir ampliando un poco el tamaño del sector, y en este sentido seguir generando condiciones para que las empresas emisoras se puedan seguir incorporando al mercado y también los inversionistas”.