En un entorno económico donde la inflación erosiona el valor del dinero, el sistema Fortaleza se presenta como un modelo que protege el capital invertido en el tiempo. El concepto de retroactividad de capital, eje central de esta propuesta, introduce una lógica financiera que actualiza los aportes de los inversores según el índice de costos de la construcción.
Sergio Prendoné Pita, CEO del Grupo Karimbatá/Fortaleza, lo explica con claridad: “En el sistema Fortaleza, la retroactividad de capital se entiende como el efecto financiero que surge de la actualización periódica de los aportes según el índice de costos de la construcción, o en palabras más simples podemos decir que el dinero que el inversor fue aportando mes a mes no queda ‘congelado’ en valores históricos, sino que mantiene su valor real en términos de poder adquisitivo del costo de construcción”.
Protección frente a la inflación
El mecanismo acompaña la evolución de los precios del sector y mantiene la eficiencia real del capital. Según Prendoné, “el principal efecto de esta retroactividad es la protección del capital frente a la inflación del sector. Al acompañar la evolución del costo de construcción, los aportes actualizados permiten que el monto invertido se capitalice en términos reales, evitando la pérdida de valor”.
Esta dinámica otorga previsibilidad al inversor, garantizando que su esfuerzo financiero mensual conserve su poder adquisitivo. “En términos financieros, se traduce en una mayor eficiencia del capital a largo plazo”, agrega.
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Un modelo indexado y sostenible
En contraste, la diferencia con los esquemas clásicos es sustancial. “A diferencia de los modelos tradicionales, donde el dinero invertido se deprecia con el tiempo si no genera renta inmediata, el sistema Fortaleza indexa y actualiza todos los aportes, de modo que el capital siempre refleja el valor real del costo de construcción”, señala Prendoné.
Este enfoque “convierte a Fortaleza en un modelo de inversión colectiva indexada, donde la rentabilidad no depende exclusivamente de la plusvalía del inmueble final, sino también de la preservación constante del capital durante todo el proceso de aporte”.
De esta forma, la retroactividad también fortalece la base financiera para nuevos desarrollos. “Permite que el flujo de aportes se mantenga en valores reales y sostenibles, garantizando que los recursos disponibles para nuevos proyectos conserven su poder de construcción efectivo, sin verse erosionados por la inflación”, precisa.
Finalmente, el CEO resume el impacto del modelo: “El hecho de que el capital invertido se mantenga actualizado y protegido genera una confianza igualmente sostenida en el sistema, porque el inversor sabe que su esfuerzo mensual no se diluye con el paso del tiempo”.
La previsibilidad y la estabilidad del capital convierten a la retroactividad en un pilar del sistema Fortaleza, donde cada aporte no solo construye ladrillos, sino también confianza a largo plazo.
