En conversación con ABC Negocios, a la pregunta inicial ¿cuál es el poder real de la cultura?, se sinceró y respondió: “Es la infraestructura blanda de enorme valor, no solo repara vínculos y mejora la salud mental, sino que también reactiva el espacio público y acelera la recuperación económica, ordenando narrativas compartidas que sostienen la convivencia en un mundo incierto”.
Avogadro identificó oportunidades claras en Paraguay en el impulso de la industria audiovisual, atrayendo proyectos internacionales; en la música y festivales conectados al turismo; en el diseño y la artesanía como industria de valor agregado; en una economía nocturna regulada; y en los servicios creativos como la publicidad, los contenidos y el gaming, impulsados por talento joven.
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Los siete desafíos de la gestión creativa
A pesar del potencial, Avogadro identifica siete principales desafíos que enfrentan los gestores culturales en economías emergentes:
- Falta de financiamiento específico para el sector.
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- Déficit en la gestión de los proyectos.
- Precariedad e informalidad laboral, que impide planificar a largo plazo.
- Déficit de datos y métricas para demostrar el impacto real.
- Marcos regulatorios desactualizados (propiedad intelectual, derechos de imagen/voz).
- Brecha digital y territorial en el acceso a tecnología y formación.
- Baja internacionalización y escasa articulación para exportar contenidos.
Gobernanza multiactor
Para contrarrestar estos puntos, Enrique Avogadro propone que la sostenibilidad de los proyectos se base en una gobernanza multiactor ordenada. El sector público debe ofrecer reglas claras, incentivos e infraestructura; el privado, inversión, conocimiento y capacidad de escalar; y la sociedad civil, legitimidad, pertinencia cultural y continuidad.
“Cuando esa gobernanza... se ordena con metas compartidas y métricas de seguimiento, aparecen circuitos virtuosos, mayor resiliencia y resultados medibles en empleo, actividad y desarrollo de los territorios”, explicó.
El doble filo de la IA
Avogadro reconoce el doble filo de la IA: si bien potencia la productividad, la accesibilidad, la preservación patrimonial y la circulación transfronteriza de contenidos, también amenaza con “deepfakes”, apropiación de valor sin compensación y una posible homogenización estética.
El gran desafío, a su juicio, es construir marcos que incorporen una mirada ética y contractual. Esto implica garantizar la transparencia, el consentimiento, la compensación justa, la trazabilidad del contenido y la protección de la voz, imagen y datos, mediante cláusulas y códigos sectoriales.
Formación de talentos
Para Avogadro, la educación y la formación de talentos son el motor y la garantía del desarrollo a largo plazo de un ecosistema creativo. Propone una formación en “T”: “profundidad técnica con visión transversal de negocio, tecnología y cultura”. Insta a la creación de nuevos formatos que integren el trabajo y la educación con prácticas, residencias y escuelas de oficios contemporáneos (como producción, gaming, XR, sonido, management), complementados con programas de emprendimiento creativo (finanzas, propiedad intelectual, ventas) y redes de mentores.
Finalmente, su llamado a la acción: “Exploren, prototipen, vinculen, creen comunidad. Apuesten por contar una historia que sea única; la propia historia. Dispuestos a equivocarse y aprender en público, construir comunidad antes que audiencia”.





