El negocio de los influencers crece en el país pero aún enfrenta desafíos como la falta de regulación y la informalidad contractual, las marcas apuestan cada vez más por los creadores locales como un canal estratégico y creadores de nicho para llegar a sus consumidores.
El fenómeno de los influencers dejó de ser una moda pasajera para convertirse en un canal clave dentro del ecosistema del marketing. En Paraguay, aunque no existen todavía cifras oficiales que dimensionen su peso económico, los números empiezan a dar señales claras de un mercado en expansión.

De acuerdo con plataformas de medición digital, el país ya cuenta con más de 3.000 perfiles activos, con comunidades que abarcan desde la moda y la gastronomía, hasta la tecnología, el entretenimiento y la educación online.
“Estamos en una etapa de consolidación. El crecimiento ha sido constante, pero lo más interesante es que hoy las marcas entienden que este canal ya no es accesorio, sino estratégico”, explica para ABC Negocios, Lara Huttemann, CEO de Periferia Comunicación, una de las agencias pioneras en el rubro.
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Un mercado en ascenso
Según el informe de Fluvip, empresa referente en influencer marketing en Latinoamérica, la región experimentó un crecimiento del 12,6% en 2024. Si se toma como parámetro esa tendencia y se la aplica a Paraguay, la proyección local apunta a un aumento de hasta 30% en inversión entre 2024 y 2025. Y la curva podría dispararse aún más con el fervor deportivo que despierta la Albirroja de cara al Mundial.
“Con la fiebre del fútbol, se espera un crecimiento de hasta 50% en campañas vinculadas al deporte y figuras relacionadas. El fanatismo se traduce en consumo, y las marcas saben que es una oportunidad única para conectar”, señala.
El atractivo está en la cercanía. A diferencia de mercados más desarrollados como Brasil, México o Colombia, en Paraguay las audiencias no están tan saturadas de mensajes, lo que permite una relación más directa entre marca e influencer. “Esa cercanía es una ventaja competitiva. El consumidor siente que la recomendación le llega de alguien conocido, no de un personaje distante”.
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Micro y nano <i>influencers</i>: la apuesta fuerte
Lara explica que las tendencias muestran un cambio en el tipo de perfiles que las marcas eligen. Si antes los contratos se concentraban en grandes figuras, hoy la apuesta se inclina hacia micro y nano influencers, con comunidades más reducidas pero de mayor fidelidad y segmentación.
“Un influencer con 5.000 seguidores que habla de gastronomía puede generar más impacto en su audiencia que uno de 200.000 con un mensaje masivo. Lo importante es la afinidad, no el volumen”, explica
Huttemann dijo que en cuanto a formatos, los videos cortos dominan la escena. Reels e historias en Instagram y TikTok son los contenidos más consumidos, seguidos por tutoriales, reseñas de productos, blogs de viajes y el creciente interés en wellness y gastronomía.
Instagram continúa liderando las campañas, aunque TikTok gana terreno con los más jóvenes. YouTube mantiene relevancia para contenidos largos, mientras que Facebook conserva una base activa en públicos de mayor edad.
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El 80% de los <i>influencers</i> no logra sostenerse
A pesar del dinamismo, la profesionalización aún es un desafío. Se estima que menos del 20% de los influencers paraguayos logran ingresos estables que le permitan vivir de esta actividad. La mayoría depende de acuerdos esporádicos o utiliza las redes como un ingreso complementario.
“La falta de regulación y la informalidad de los contratos son problemas recurrentes. Todavía no hay una legislación que regule el contenido patrocinado y eso genera vacíos. Las buenas prácticas dependen más de la ética de las marcas y agencias responsables que del marco normativo”, sostiene Huttemann.
“Muchos creadores desconocen la importancia de establecer contratos claros, declarar contenido patrocinado o medir resultados. Sin embargo, esa brecha comienza a cerrarse. Cada vez más influencers entienden la necesidad de gestionar su trabajo con profesionalismo y apoyarse en agencias o representantes”.
Hasta 15% de aumento cada año
Se prevé un crecimiento anual del 10% al 15% en los próximos años, acompañado de mayor formalización de contratos y la aparición de agencias especializadas, comparte Lara. La tendencia es hacia un mercado más profesional, con mayor alineación entre marcas, influencers y audiencias.
Para las marcas locales, las oportunidades son evidentes: segmentación precisa, generación de contenido auténtico y humanización de la marca. “Trabajar con voces paraguayas no solo es efectivo en términos de resultados, también fortalece la identidad y la cercanía con el consumidor. Es una manera de conectar desde lo local hacia lo global”.
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Impacto en los jóvenes
Los jóvenes son quienes más confían en las recomendaciones de influencers a la hora de decidir qué comprar, dónde comer, qué vestir o incluso qué destino turístico elegir. La figura del influencer ya no es solo un generador de contenido, sostiene Huttemann, es un mediador de confianza entre marcas y consumidores.
“El camino hacia la consolidación todavía demanda ajustes. La creación de un marco regulatorio claro, la profesionalización de los contratos y la capacitación en buenas prácticas digitales son pasos para asegurar la sostenibilidad del ecosistema”, concluyó.