La inflación interanual se aceleró a 4,6%, alejándose de la meta central del Banco Central del Paraguay - BCP (3,5%). La inflación núcleo —que excluye componentes volátiles— se ubicó en 4,0%, por encima del 3,3% de agosto 2024.
Esta brecha de inflación —la diferencia entre la inflación observada (4,6%) y la meta central (3,5%)— y la persistencia en precios subyacentes sugieren presiones no transitorias, impulsadas por el consumo y la inversión privada.
Brecha de producto, de inflación y señales de sobrecalentamiento
El BCP proyecta un crecimiento de 4,4% para 2025, mientras que el crecimiento potencial se estima en torno a 3,5%. Este último representa el ritmo máximo al que puede crecer la economía sin generar presiones inflacionarias persistentes. Cuando el crecimiento supera ese umbral, se configura una brecha de producto positiva: la economía opera por encima de su capacidad sostenible, generando presiones inflacionarias.

Inflación estructural: núcleo y subyacente
La inflación núcleo mensual fue de 0,3%, superior a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) total. Esto indica que los precios más sensibles a la política monetaria estarían aumentando a un ritmo mayor. Además, la inflación subyacente —que excluye frutas, verduras, combustibles y servicios tarifados— alcanzó 5,6%, reforzando la hipótesis de presiones estructurales.
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Entre enero y agosto de 2025, la variación del IPC total acumuló 3,4% (vs. 2,6% en 2024), la inflación núcleo pasó de 2,3% a 2,9%, y la inflación subyacente de 3,8% a 4,5%. Este repunte generalizado confirmaría que la inflación se ha vuelto más estructural.

Apreciación del guaraní: ¿un amortiguador temporal?
Entre agosto y septiembre, el tipo de cambio cayó de 7.900 a 7.200 guaraníes por dólar, una apreciación de más del 8% en pocas semanas. Esta fortaleza del guaraní ayudó a contener la inflación de bienes importados —electrodomésticos, combustibles, vehículos, entre otros. Sin esta apreciación, la inflación podría haber sido aún más elevada, lo que refuerza la idea de que el entorno inflacionario está siendo suavizado por factores externos.
No obstante, este amortiguador podría ser transitorio si no viene acompañado de ajustes estructurales.
Desequilibrio externo: otro síntoma del sobrecalentamiento
El sobrecalentamiento económico suele impulsar un mayor déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, debido a que la demanda interna tiende a incrementar las importaciones.
Este déficit ya ronda el 4% del PIB y, si el sobrecalentamiento persiste y no es compensado por mayores exportaciones o flujos de capitales estables, el guaraní podría debilitarse, amplificando la inflación en bienes transables.
Política monetaria y mercado de capitales
El BCP mantiene su tasa de política monetaria (TPM) en 6,0%, señalando que las expectativas están alineadas con su rango meta (3,5% ± 2,0%). La tolerancia por encima de la meta central suele justificarse ante shocks de oferta, de naturaleza exógena. Sin embargo, los síntomas de sobrecalentamiento (persistencia de inflación núcleo, brecha de producto positiva y déficit significativo en cuenta corriente) podrían requerir una revisión de postura, ya que el accionar del BCP es importante para anclar las expectativas monetarias. Por eso, no es casualidad que los agentes esperen una inflación de 4,0% para 2025, coincidente con la proyección del BCP.
La persistencia de brechas de inflación y producto podrían alterar la situación actual del mercado de capitales, particularmente sobre las siguiente variables.
- Tasas en guaraníes: mayores expectativas de inflación elevarían el costo de financiamiento futuro.
- Endeudamiento: emisores podrían ser tentados a migrar a deuda en dólares o reducir plazos, poniendo en riesgo su estructura de balance (descalce de activos y pasivos en monedas y plazos, respectivamente).
Este escenario plantearía una disyuntiva clave para la política monetaria.
1. Dejar que el ajuste ocurra de forma automática vía expectativas: si los agentes anticipan mayor inflación, las tasas nominales subirán, el crédito se encarecerá y la economía se enfriará gradualmente. Este camino puede ser lento, incierto y propenso a sobrerreacciones, especialmente si en ese proceso el ancla monetaria se erosiona.
2. Intervención activa: el BCP podría elevar la TPM o endurecer las condiciones de liquidez para acelerar el ajuste. Sin embargo, esta vía tendría complicaciones en un contexto de liquidez bancaria limitada.
El encarecimiento del financiamiento no debe verse solo como una complicación, sino como una señal de ajuste saludable ante el riesgo de sobrecalentamiento.
Cualquiera sea la vía elegida por el BCP, es probable que el costo del capital en guaraníes se mantenga elevado en el corto plazo, para ayudar a moderar el crédito, reducir el exceso de demanda y reencauzar la inflación hacia su meta central.
La clave será calibrar este ajuste sin desanclar expectativas ni generar disrupciones abruptas en el sistema financiero.
¿Y el crecimiento potencial? La otra cara del sobrecalentamiento
El sobrecalentamiento no solo refleja un exceso de demanda, sino también una insuficiencia de capacidad productiva estructural. En otras palabras, si la economía crece por encima de su potencial, una solución sostenible no es solo enfriar la demanda, sino elevar el crecimiento potencial.
Esto implica sumar esfuerzos de coordinación e incentivos entre los sectores público y privado para mejorar la capacidad productiva del país a mediano y largo plazo, lo que requiere reformas estructurales con visión de futuro.
- Capital humano: invertir en educación técnica, formación continua y salud para elevar la productividad.
- Infraestructura: reducir cuellos de botella logísticos que encarecen la producción y limitan la competitividad.
- Innovación y digitalización: fomentar la adopción tecnológica en sectores productivos.
- Mercado laboral: flexibilizar y formalizar el empleo para mejorar la asignación de recursos.
- Institucionalidad y clima de inversión: fortalecer la seguridad jurídica y la eficiencia regulatoria y estatal.
Elevar el crecimiento potencial permite sostener tasas de crecimiento más altas sin generar presiones inflacionarias. Es la vía estratégica para transformar un sobrecalentamiento coyuntural en una oportunidad estructural. Para el mercado de capitales, esto implica anticipar ajustes, diversificar instrumentos y fortalecer la gestión de riesgos en un entorno más volátil.
Fortaleza del guaraní
La fortaleza del guaraní ayudó a contener la inflación de bienes importados: electrodomés- ticos, combustibles, vehículos, entre otros.
Ajustes estructurales
Si el sobrecalentamiento económico persiste y no es compensado por mayores exportaciones o flujos de capitales estables, el guaraní podría debilitarse.
*Por Robert Soto, Ingeniero Economista asesor de finanzas y estrategia.