25 años de asesoría estratégica: la huella que deja el Estudio Beconi

Con un cuarto de siglo de trayectoria, el Estudio Beconi ha evolucionado de un servicio jurídico tradicional a una plataforma integral que respalda a empresas de múltiples sectores. Su fundador, el doctor Fernando Beconi, analiza la transformación del derecho comercial en Paraguay y su impacto en la competitividad del país.

Para Beconi, comprender la historia reciente del derecho comercial paraguayo es clave para proyectar el futuro.
Para Beconi, comprender la historia reciente del derecho comercial paraguayo es clave para proyectar el futuro.

Una de las firmas líderes en el ámbito jurídico es el Estudio Beconi, que se consolida como un referente de asesoría legal y corporativa en Paraguay en su vigésimo quinto año de existencia. Fundado por el doctor Fernando Beconi poco después de su certificación como abogado, inició con un enfoque estrictamente jurídico, orientado a la celebración de contratos y a la tramitación de causas judiciales.

Sin embargo, el contacto con distintos sectores productivos pronto amplió su alcance. “Cada empresa, por su naturaleza, iba significando una oportunidad de abrir una nueva línea de asesoría, de gestión”, recuerda Beconi, al detallar cómo incorporaron áreas como consultoría contable, administrativa, medioambiental y de comercio exterior, así como servicios para industrias, inmobiliarias y constructoras.

Esa diversificación ha sido clave para atender a una economía cada vez más compleja y conectada con el mundo. Desde su perspectiva, la evolución del derecho comercial paraguayo desde hace varias décadas ha estado marcada por la influencia de corrientes internacionales, especialmente del modelo italiano. “El derecho –transversal a todo– construye las estructuras jurídicas, construye las reglamentaciones, y además tenemos una administración financiera bastante conservadora, lo que ha mantenido el equilibrio monetario y crediticio”, señala. Esa estabilidad –agrega– es un activo estratégico para atraer inversiones y dar previsibilidad a proyectos empresariales de largo plazo.

Un marco jurídico en evolución

Para Beconi, comprender la historia reciente del derecho comercial paraguayo es clave para proyectar el futuro. Recuerda que el país inició un proceso dinámico de actualización normativa en 1980, adoptando leyes inspiradas en el Código Civil italiano de 1942 y adhiriéndose a instrumentos internacionales de inversión.

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La década de los 90 fue especialmente prolífica, con reformas que modernizaron el mercado de capitales, el sistema bancario y figuras como el leasing o los negocios fiduciarios. “Luego de esa década muy proficua, en los 2000 tuvimos una pausa normativa, pero el crecimiento económico impulsado por el alza de los commodities fortaleció la base jurídica y administrativa del país”, explica.

Fue ese mismo marco el que permitió que Paraguay se consolidara como una economía previsible dentro del Mercosur, con estabilidad cambiaria y política monetaria equilibrada. Sin embargo, el abogado advierte que todavía hay aspectos por mejorar, como la seguridad jurídica y la confiabilidad de ciertas estructuras locales, incluyendo las normativas municipales.

En este contexto, cita como ejemplo el proyecto de fideicomiso de deudas tributarias en Asunción, iniciativa que propuso hace más de una década y que hoy empieza a debatirse como una herramienta para optimizar la gestión de ingresos municipales sin politizar la recaudación. Para él, estas innovaciones legales no solo alivianan la carga administrativa, sino que abren un espacio para que el sector financiero asuma un rol más eficiente en la recaudación y el financiamiento público.

Desde su perspectiva, la evolución del derecho comercial paraguayo desde hace varias décadas ha estado marcada por la influencia de corrientes internacionales.
Desde su perspectiva, la evolución del derecho comercial paraguayo desde hace varias décadas ha estado marcada por la influencia de corrientes internacionales.

Sociedades, justicia y confianza empresarial

Uno de los ejes que Beconi considera centrales para la competitividad del país es la capacidad del sistema judicial de proteger la inversión y la propiedad. “El respeto a la inversión, a la propiedad, al sacrificio y al trabajo debe ser defendido dentro del ámbito de la administración pública”, afirma. Reconoce que existen críticas legítimas hacia ciertas decisiones administrativas y judiciales, pero valora el rol de varios ministros de la Corte Suprema que, desde su labor docente, transmiten una visión filosófica y académica que contribuyen a la macrovisión jurídica del país.

En materia societaria, sostiene que Paraguay debe alinearse con estándares internacionales y mejorar la coherencia de su legislación. Critica, por ejemplo, la denominación local de la Empresa por Acciones Simplificadas (EAS) –adoptada del modelo francés mundialmente aceptado de Sociedad Anónima Simplificada (SAS)– por generar confusión innecesaria en el ámbito global. Para él, la claridad normativa y la simplificación de trámites son catalizadores del crecimiento.

Por otro lado, la educación –insiste– es la base de todo. Desde su Centro de Estudios de Derecho Empresarial (CEDE), el Estudio Beconi impulsa congresos, seminarios y capacitaciones en alianza con gremios, universidades y organismos internacionales. “Si desde la cuna hasta la adolescencia se fundamenta un buen comportamiento financiero, social y tributario, nunca vamos a tener gente que no pague sus deudas ni que incumpla pactos”, afirma.

Y su mensaje final al empresariado es claro: seguir confiando en el país y apostar por reinvertir en la economía local. “Doblar la apuesta a ser mejores funcionarios, colaboradores, profesionales y consumidores de la empresa paraguaya; sigamos promoviendo que nuestros empresarios sigan creciendo y dando a la ciudadanía lo mejor de sus productos y servicios”.

Esa misma visión del derecho proyecta hoy a Beconi hacia dos iniciativas claves: la Cámara de Comercio Ítalo-Paraguaya y el Club de Profesionales del Paraguay.
Esa misma visión del derecho proyecta hoy a Beconi hacia dos iniciativas claves: la Cámara de Comercio Ítalo-Paraguaya y el Club de Profesionales del Paraguay.

Cámara de Comercio Ítalo-Paraguaya

Otro de los ámbitos en que el doctor Beconi desarrolla su labor con fuerza es la Cámara de Comercio Ítalo-Paraguaya, institución que preside desde hace pocos meses y que, con más de cuatro décadas de trayectoria, se ha consolidado como un actor clave en la relación económica entre Paraguay e Italia. Fundada en 1981 y reconocida oficialmente por el Ministerio de Industria italiano en 1992, la Cámara ha sido un canal permanente de intercambio, capacitación y networking para empresarios de ambos países.

Su misión es promover el comercio y la inversión bidireccional. Esto se materializa en la participación de empresas paraguayas en ferias internacionales de alto nivel en Italia, así como en la organización de eventos y misiones comerciales que acercan a proveedores italianos de tecnología, maquinaria de precisión, moda, equipamientos para la construcción y otros sectores en los que Italia ostenta liderazgo. “En los últimos meses hemos recibido permanentemente a empresarios locales, del Mercosur e italianos interesados en productos, tecnología y know-how, buscando oportunidades para llevar productos paraguayos a Europa”, explica Beconi.

El potencial de esta relación va más allá de las cifras bilaterales: quien exporta a Italia accede automáticamente a la Unión Europea, y quien ingresa a Paraguay puede proyectar su producto al Mercosur. Beconi resalta que si bien históricamente la balanza comercial ha favorecido las importaciones paraguayas, años recientes han mostrado ciclos donde las exportaciones nacionales ganan terreno, especialmente en el Periodo 2023-2024.

La Cámara, además, forma parte activa de redes como la Eurocámara en Paraguay y una alianza entre Cámaras Ítalo-Latinoamericanas, que agrupa a instituciones similares de todo el continente. Estas conexiones facilitan proyectos conjuntos, intercambio de información de mercado y coordinación de agendas para posicionar mejor a las empresas socias. Cada año, la Cámara participa en exposiciones locales e impulsa seminarios especializados con expertos italianos en áreas como energía, diseño, construcción sostenible, agroindustria y gastronomía, fortaleciendo así la transferencia de conocimientos y el networking sectorial.

Bajo el liderazgo de Beconi, la prioridad es aprovechar la posición geoestratégica de Paraguay, su disponibilidad de materias primas y su infraestructura, para generar más y mejores oportunidades de negocio. “Queremos seguir promoviendo el mayor aprovechamiento de todas las coyunturas que tiene nuestro país y fomentar que Italia sea un mayor proveedor y consumidor de nuestros productos”, resume. Con esta visión, la Cámara de Comercio Ítalo-Paraguaya reafirma su papel como socio indispensable para las empresas que buscan crecer en el eje Mercosur–Unión Europea.

Club de Profesionales del Paraguay

El Club de Profesionales del Paraguay es otro de los espacios donde el doctor Beconi ejerce un liderazgo activo. Creado en 2020 por iniciativa del licenciado Carlos Zapata, nació como un foro para reunir a referentes del sector jurídico y económico –abogados, contadores, auditores, economistas y administradores– y rápidamente sumó a profesionales de firmas locales e internacionales con experiencia en el ámbito corporativo. Actualmente, bajo la presidencia de Beconi, la institución impulsa proyectos de actualización normativa, capacitación y generación de propuestas técnicas para el sector público y privado.

Uno de los ejes de trabajo más relevantes ha sido la incorporación de principios de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) a la legislación paraguaya. “Paraguay, como jugador económico de gran importancia, tiene que observar las necesidades para armonizar sus informes y reportes financieros”, afirma Beconi. En esa línea, el Club ha elaborado propuestas de modificación de la Ley de Sociedades –incluyendo la revisión de los artículos 959 y siguientes del Código Civil– y ha participado activamente en debates sobre la Ley 1034, que regula la actividad del comerciante y la adopción de estándares contables internacionales.

Además de su labor normativa, el Club actúa como un espacio multidisciplinario para intercambiar ideas y proponer soluciones a desafíos concretos. Un ejemplo fue el respaldo académico al proyecto impulsado por el interventor de la Municipalidad de Asunción, el doctor Pereira, para desarrollar un instrumento financiero-jurídico que optimice la gestión tributaria municipal. Este tipo de intervenciones refleja la vocación de la entidad por vincular el conocimiento técnico con acciones de impacto en la gestión pública.

La apertura a nuevas disciplinas es otra característica distintiva. Para Beconi, la tecnología y las fintech son actores naturales del ecosistema profesional actual, y su integración al Club responde a la necesidad de adaptar procesos de pago, cobro y documentación a entornos completamente digitales. “Es imposible que sigamos pensando en pagar o cobrar en efectivo, o en tener recibos de papel. Todo ya está en nuestro celular”, sostiene.

Más allá de sus logros técnicos, el mensaje que el Club transmite a sus miembros y al entorno empresarial se resume en una palabra: educación. Beconi considera que la capacitación continua es la base del desarrollo personal y colectivo. “La gran raíz de todo lo que vemos alrededor nuestro y los mayores éxitos como seres humanos es estar capacitados y construir conocimiento; como consecuencia vendrán el éxito, la abundancia y la salud”.

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