Encarnación, entre lo estacional y lo estratégico

La Perla del Sur recuperó fuerza tras años de crisis y se proyecta como una de las ciudades más dinámicas del sur del país. Sin embargo, su matriz económica sigue marcada por la alta dependencia del comercio fronterizo y del turismo cíclico. Mientras tanto, la falta de parques industriales y de políticas de atracción empresarial frenan la generación de empleos sostenibles. La ciudad avanza, pero aún busca consolidar una nueva etapa económica.

Encarnación es uno de los polos urbanos más relevantes del país después de Asunción y Ciudad del Este.
Encarnación es uno de los polos urbanos más relevantes del país después de Asunción y Ciudad del Este.Sergio González

Desde hace décadas, Encarnación ha sido sinónimo de comercio fronterizo y turismo estacional. Ubicada frente a Posadas, Argentina, y siendo capital de Itapúa, su economía se nutre históricamente del flujo de personas, bienes y servicios que cruzan el Puente San Roque. Pero detrás de esa postal clásica —playas, carnaval, compradores extranjeros— se esconde una ciudad en tránsito hacia algo más complejo, o sea, una economía que busca consolidarse, diversificarse y dejar de depender exclusivamente del vaivén del tipo de cambio.

Un nuevo ciclo económico

En los últimos cinco años, Encarnación vivió una secuencia de contrastes extremos: desde la paralización absoluta de la pandemia y el colapso de su puente internacional, hasta una recuperación acelerada gracias al regreso masivo del turismo y a nuevos eventos de alcance mundial como el rally. En ese proceso, se hizo más evidente que la ciudad necesita algo más que buenos veranos para sostener su crecimiento.

Hoy, Encarnación se apoya en su infraestructura, en su capital humano y en su atractivo como destino. Pero también empieza a mirar hacia la industria, la tecnología y los servicios globales como parte de su próximo capítulo. Y esa mirada marcará la diferencia entre lo estacional y lo estratégico.

Hacia finales de 2023, la actividad económica formal en Encarnación creció un 30% en comparación al año anterior, impulsada principalmente por el comercio minorista y el turismo.
Hacia finales de 2023, la actividad económica formal en Encarnación creció un 30% en comparación al año anterior, impulsada principalmente por el comercio minorista y el turismo.

Comercio y turismo: motores clásicos

No obstante, la ciudad sigue sosteniéndose sobre su columna vertebral histórica, que es el comercio fronterizo. Según estimaciones de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Encarnación (Cacise), el 95% de la actividad económica de la ciudad está vinculada directamente al comercio y los servicios, con una alta dependencia del flujo de compradores provenientes de la vecina ciudad argentina de Posadas. Esta relación, aunque históricamente oscilante, atraviesa actualmente un momento de repunte.

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Desde que Milei asumió la presidencia en la Argentina, venimos con un paulatino crecimiento de las actividades comerciales”, explicó Conrado Kiener, presidente de la Cámara. Hoy, ese repunte no se limita netamente al formato de compras: “Ya no es solamente el turismo de compra, ahora optan por pasar un fin de semana en Encarnación, ir a espectáculos, visitar atracciones. Eso se ve reflejado en el movimiento económico de este año”.

El auge turístico ha ido consolidando a Encarnación como una de las principales capitales veraniegas del país. Su infraestructura costera, sus playas, el renovado circuito gastronómico y el ya icónico carnaval generaron un repunte sostenido. A inicios de este 2025, por ejemplo, se reportó la llegada de más de 75.000 visitantes solo durante los fines de semana de carnaval, inyectando más de US$ 16 millones en el circuito económico local, de acuerdo con datos de la Municipalidad de Encarnación.

Eventos que generan tracción

Pero más allá de la estacionalidad del verano, la ciudad también ha comenzado a atraer eventos de mayor escala. El Campeonato Mundial de Rally (WRC, por sus siglas en inglés), que tendrá a Encarnación como sede en su primera edición en Paraguay este año, ya moviliza importantes números en sectores como hotelería, gastronomía, transporte y obras públicas. La proyección es que su impacto sea significativo y sostenido, ya que la ciudad fue confirmada como sede por al menos dos ediciones más, según el acuerdo plurianual firmado.

El Mundial de Rally creo que es una bendición, no solo por la economía, sino por el conocimiento que nos deja para seguir trabajando en adelante”, remarcó Kiener, quien destacó que la preparación para este tipo de eventos obligó a elevar estándares de atención, idioma y logística.

La sinergia entre comercio y turismo, fortalecida por el tipo de cambio favorable para los argentinos, es hoy la gran fortaleza visible de Encarnación. Sin embargo, como anticipó Kiener, “vivimos del comercio, pero necesitamos generar fuentes de ingresos genuinas”.

Auge y límites del modelo actual

Bajo esta premisa, la fortaleza económica actual de Encarnación no puede entenderse sin repasar la secuencia crítica que atravesó en los últimos años. Entre 2019 y 2023, la ciudad enfrentó una combinación de eventos que golpearon con fuerza su matriz comercial, pasando por inestabilidad cambiaria, pandemia, informalidad transfronteriza, hasta un colapso del tránsito fronterizo.

“Antes de la pandemia ya veníamos golpeados por cuestiones cambiarias que hacían menos propicio venir a comprar del lado paraguayo”, recordó el referente. Luego, la clausura del Puente San Roque durante casi dos años por las restricciones sanitarias dejó a Encarnación sin su principal arteria económica. “Después nos cierran el puente dos años; y cuando abren, el peso argentino no valía nada”, relató el titular de la Cámara. El resultado fue un éxodo masivo de compradores paraguayos hacia Argentina y un freno casi total al turismo receptivo.

Según estimaciones de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Encarnación (Cacise), el 95% de la actividad económica de la ciudad está vinculada directamente al comercio y los servicios.
Según estimaciones de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Encarnación (Cacise), el 95% de la actividad económica de la ciudad está vinculada directamente al comercio y los servicios.

Combustible, informalidad y bloqueo económico

Pero el mayor punto de inflexión llegó con la disparidad en el precio del combustible. “El combustible valía la mitad en Argentina. Miles de personas iban a buscarlo y lo vendían informalmente en Paraguay”, explicó Kiener. La consecuencia fue un colapso operativo, ya que durante más de un año, las filas para cruzar el puente ocuparon la mayor parte del día, imposibilitando el flujo comercial normal. “Si convenía venir a comprar algo, no se podía ir y venir de la Argentina”, sintetizó.

Ese período dejó secuelas estructurales, yendo desde la informalidad exacerbada, caída en las ventas legales, hasta una ciudadanía económicamente fatigada. En palabras del propio dirigente gremial: “Fueron cinco años de crisis espantosa. Así fue”. La actual recuperación, por tanto, se asienta sobre aprendizajes forzados y la necesidad urgente de no repetir la dependencia extrema de un único mercado, ni de un único canal.

Radiografía económica actual

Encarnación es la capital económica del departamento de Itapúa, pero también uno de los polos urbanos más relevantes del país después de Asunción y Ciudad del Este. Si bien no existen cifras públicas oficiales desagregadas del producto interno bruto (PIB) por departamento, diversas estimaciones institucionales sitúan a Itapúa con una participación aproximada del 4% al 5% del PIB nacional, en función de su volumen de producción agroindustrial, actividad comercial y densidad poblacional. Dentro de ese total, Encarnación concentra por lejos la mayor porción de valor agregado, al ser el centro urbano dominante en términos de comercio, servicios e infraestructura.

Esa centralidad también se refleja en el empleo. Datos de la Gobernación de Itapúa muestran que hacia finales de 2023, la actividad económica formal en Encarnación creció un 30% en comparación al año anterior, impulsada principalmente por el comercio minorista y el turismo interno. Esto coincide con las cifras del Instituto de Previsión Social (IPS), que muestran un crecimiento sostenido del empleo formal en sectores terciarios entre julio de 2023 y diciembre de 2024, con el comercio al por menor como el rubro de mayor expansión. Encarnación ha sido uno de los epicentros de ese fenómeno.

Cifras en alza, pero sin termómetro confiable

El dinamismo también se percibe en la recaudación aduanera local: según datos oficiales, la Aduana de Encarnación triplicó en 2023 su recaudación por tráfico vecinal fronterizo (TVF), pasando de G. 500 millones a G. 1.500 millones anuales, producto del fuerte movimiento de microimportaciones desde Argentina. Este fenómeno no solo evidencia el repunte del consumo, sino también la progresiva formalización de actividades que durante años estuvieron sujetas a la informalidad.

Sin embargo, detrás de esa fotografía alentadora se esconde una debilidad de fondo: la falta de información consolidada y estadísticas actualizadas a nivel local. “No tenemos estadísticas ciertas. La Cámara de Comercio está trabajando con la academia para desarrollar un programa que nos permita recabar datos confiables”, reconoció Kiener, para quien la ausencia de cifras precisas limita el desarrollo de estudios de mercado, diagnósticos sectoriales y propuestas serias de inversión. “Todo parte de las estadísticas”, subrayó. Esa carencia metodológica explica por qué muchas estimaciones dependen aún de inferencias departamentales o de relevamientos indirectos.

Es cierto que Encarnación muestra síntomas claros de recuperación, pero carece aún de las herramientas técnicas necesarias para planificar con mayor precisión. Esa combinación de dinamismo y opacidad obliga a mirar con atención qué tan sostenibles son los indicadores actuales y cómo traducirlos en políticas públicas más eficaces.

Algunos datos clave de Encarnación para tener en cuenta.
Algunos datos clave de Encarnación para tener en cuenta.

Industria e infraestructura: el salto necesario

Por otro lado, la Perla del Sur aún no logra posicionarse como polo industrial, pese a sus condiciones favorables. La ciudad carece de un parque industrial operativo, y tampoco dispone de una zona franca que sirva como incentivo real para atraer inversión productiva. “Hace falta generar fuentes genuinas de ingresos, y eso solo se consigue atrayendo empresas que se instalen”, señaló Kiener, aludiendo tanto a la falta de infraestructura habilitada como a la escasa decisión política para impulsarla.

También es cierto que el capital humano existe, pero migra. “Tenemos universidades que todos los años están sacando profesionales, pero se retiran de la zona porque no hay trabajo específico para ellos”, lamentó. El fenómeno afecta también a técnicos y trabajadores sin formación terciaria: “Hay gente que tiene 50 o 60 años, con salud, con capacidad, pero no hay dónde trabajar”.

Experiencias como la planta textil Texpar muestran que el modelo de maquila puede funcionar. Pero en 2023, Itapúa generó solo US$ 1,2 millones en exportaciones bajo ese régimen (datos de Cnime), una cifra inferior a la de otras zonas. Las condiciones están dadas, pero lo que falta –coinciden gremios y referentes– es que la industrialización de Encarnación deje de ser una promesa pendiente y se convierta en estrategia ejecutable.

Proyección: entre eventos, conectividad y voluntad

Aunque Encarnación aún enfrenta desafíos estructurales, sus posibilidades de despegue están más latentes que nunca. El nuevo aeropuerto internacional –cuya modernización está en curso–, la expansión del Puente San Roque González y la confirmación como sede del Campeonato Mundial de Rally por dos ediciones más refuerzan su perfil estratégico en el sur del país.

Este tipo de eventos no solo dinamizan sectores como la hotelería, el transporte y la gastronomía, sino que también visibilizan a la ciudad ante inversionistas y operadores regionales. “Encarnación necesita mostrarse más al mundo”, dijo Kiener, al insistir en que no basta con ser un punto turístico: es necesario consolidar un entorno competitivo y sostenible.

El potencial está y la conectividad existe; el capital humano también se encuentra disponible, pero el salto cualitativo dependerá de una acción articulada entre sector público y privado, capaz de transformar los activos actuales en una plataforma de desarrollo real. Porque Encarnación no solo busca ser vitrina: quiere ser motor. “Encarnación no puede depender eternamente del turismo o del cambio. Hay que mirar más allá y construir un modelo económico sostenible”, remarcó Kiener, con tono firme, pero esperanzador.

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