El 13 de mayo de 1965 marcó un hito industrial en Paraguay: ese día se sirvió la primera Coca-Cola producida en el país, en la planta de Paraguay Refrescos S.A. (Paresa), ubicada en Asunción. Seis décadas después, la empresa celebra su aniversario reafirmando su liderazgo en el mercado, su compromiso con el desarrollo nacional y una visión de futuro centrada en la innovación y la sostenibilidad.
Hoy, Coca-Cola Paresa es una de las compañías con mayor impacto económico en Paraguay. Pertenece a Embotelladora Andina S.A., uno de los principales embotelladores del sistema Coca-Cola en América Latina. Con una operación sólida, la firma ha sabido consolidarse como líder en su sector, con una gestión alineada a los pilares de innovación, eficiencia operativa y desarrollo local.
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“Nuestro compromiso con Paraguay sigue tan firme como el primer día. A 60 años de aquella primera botella servida, Coca-Cola Paresa no solo celebra una historia de éxito, sino que renueva su compromiso de seguir construyendo, junto con Paraguay, un futuro más sostenible, inclusivo y lleno de posibilidades”, afirma Francisco Sanfurgo Cañas, gerente general de Coca-Cola Paresa.

Inversión, expansión y una mirada a futuro
Para la compañía, cumplir 60 años en Paraguay no es solo motivo de celebración: es una oportunidad para reafirmar su compromiso con el desarrollo del país a través de una agenda de inversión ambiciosa. La compañía proyecta destinar más de US$ 80 millones en los próximos cinco años, enfocados en mejoras de eficiencia en planta, ampliación de líneas de producción, digitalización y de sustentabilidad, como recarga de acuíferos y el recupero de envases para promover su reciclaje.
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Cabe recordar que en 2024 la operación cerró con resultados sólidos, impulsados por la digitalización de sus procesos comerciales y productivos. El 55% de la facturación del año se realizó a través de canales digitales, marcando un nuevo estándar en eficiencia y atención al cliente.
Para este 2025, el Sistema Coca-Cola en Paraguay tiene previsto invertir cerca de US$ 40 millones en proyectos de digitalización, sustentabilidad e infraestructura en su planta embotelladora en Barcequillo, San Lorenzo, como una nueva línea de producción de envases de vidrio retornables. Este paso forma parte de su estrategia para fortalecer la economía circular y ampliar su capacidad productiva.
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“Desde Coca-Cola Paresa reafirmamos nuestro compromiso con la sostenibilidad, a través de proyectos como la nueva línea de vidrio retornable, que nos permite fortalecer nuestra capacidad productiva y responder a la creciente demanda del mercado”, destaca Sanfurgo.
En paralelo, ya se han destinado más de US$ 22 millones a la expansión de centros de distribución en el interior del país. Esta mejora en infraestructura logística busca optimizar la disponibilidad de productos en todos los puntos de venta, asegurando una operación más ágil y cercana al consumidor.
Sostenibilidad como estrategia transversal
Más allá del crecimiento económico, Coca-Cola Paresa viene consolidando una agenda ambiental con objetivos claros y medibles. La sostenibilidad está integrada en cada aspecto de su operación, desde la eficiencia hídrica hasta el desarrollo de empaques más responsables. Este enfoque no es nuevo, pero ha cobrado un impulso aún mayor en los últimos años como parte de una visión que combina innovación, cuidado ambiental y valor social.
“Desde Coca-Cola Paresa comprendemos que el crecimiento a largo plazo solo es posible cuando se transita a la par del crecimiento socioeconómico y el cuidado de los recursos naturales”, expresa Sanfurgo.
Entre las principales acciones se encuentran la optimización del uso del agua, los programas de conservación de suelos para favorecer la recarga de acuíferos y el impulso a los empaques retornables y 100% reciclables. Estas iniciativas no solo reducen el impacto ambiental, sino que también refuerzan la eficiencia operativa de la compañía.
Lejos de tratarse de esfuerzos aislados, todas estas medidas forman parte de una estrategia amplia que busca fortalecer la cadena de valor mediante una lógica circular y colaborativa, alineada con las mejores prácticas internacionales.

Circular PET y el desafío del reciclaje
Uno de los hitos más relevantes en la agenda ambiental de Coca-Cola Paresa es su participación en la planta Circular PET, de la cual posee el 33,3%. Esta instalación ha sido clave en la producción de botellas fabricadas íntegramente a partir de otras botellas recicladas, un avance pionero en Paraguay. La iniciativa ya se aplica a marcas reconocidas, con planes de expansión hacia otras presentaciones.
“La planta Circular PET ha sido clave en la producción de botellas hechas 100% de otras botellas recicladas, un logro pionero en Paraguay, actualmente implementado para las marcas Sprite y Dasani, con planes de expansión a más presentaciones”, sostiene Sanfurgo.
Este modelo de empaques circulares se complementa con alianzas estratégicas para el recupero posconsumo de botellas PET, campañas de concienciación ambiental y capacitación a recolectores. Todo esto forma parte de una visión de sostenibilidad que involucra a gobiernos, municipios, organizaciones sociales y comunidades, bajo iniciativas como “Mi País Sin Residuos”, “Ciudades Sin Residuos” y “Botella Challenge Reciclado”.
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Desarrollo social y ambiental con enfoque comunitario
La sostenibilidad en Coca-Cola Paresa no se limita a su operación interna: se extiende a proyectos comunitarios que buscan generar un impacto positivo y duradero. Desde el año 2017, la compañía, en alianza con la Fundación Moisés Bertoni, impulsa el proyecto “Conservación de Agua en la Biósfera de la Reserva Mbaracayú”, una iniciativa orientada a devolver a los ecosistemas y comunidades el equivalente al 100% del agua utilizada en la producción.
“Con el proyecto, se promueve la implementación de sistemas de siembra directa en fincas de pequeños productores que viven en el área de influencia de la Reserva Mbaracayú, en la localidad de Villa Ygatimí, con el objetivo de facilitar la infiltración de agua de lluvia en la zona”, explica el referente.
Hasta la fecha, más de 400 familias de pequeños agricultores se han beneficiado con esta iniciativa, que además de fomentar buenas prácticas agrícolas contribuye a mejorar las condiciones económicas de las comunidades rurales.
En el ámbito de la capacitación y el empoderamiento, Coca-Cola Paresa también lidera desde 2020 el programa “Estemos Abiertos”, desarrollado en conjunto con la Fundación Paraguaya. Esta propuesta busca brindar herramientas a mujeres y jóvenes para el fortalecimiento de pequeños comercios como despensas, almacenes y copetines.
“Desde su implementación, ya han participado más de 10.000 personas de este programa, que ofrece herramientas esenciales para la sostenibilidad y el crecimiento de pequeños comercios”, señala el gerente general. Para 2025, el objetivo es alcanzar a 5.000 beneficiarios adicionales, ampliando el alcance de las capacitaciones y acompañando el desarrollo económico local desde la base de la cadena comercial.

Un impacto económico tangible
Con más de 2.300 colaboradores directos y un impacto indirecto que alcanza a más de 27.000 empleos en su cadena de valor, Coca-Cola Paresa se posiciona como un actor estratégico dentro del tejido económico paraguayo. La apuesta por el desarrollo local se refleja también en su red de proveedores y clientes: el 88% de sus más de 1.000 proveedores son empresas paraguayas, y el 60% de sus compras de insumos proviene de la industria nacional.
“Contamos con más de 52.000 clientes —el 75% de ellos pequeños comercios como despensas y almacenes— que reflejan el rol clave que cumplimos en el entramado económico y social del país”, asevera Sanfurgo.
A nivel fiscal, la compañía también mantiene una presencia destacada. En 2023, Coca-Cola Paresa ocupó el cuarto lugar en el ranking de mayores aportantes a la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), confirmando su contribución directa al sostenimiento del Estado paraguayo y al financiamiento de políticas públicas.
Pero más allá de lo económico, la estrategia de Paresa pone énfasis en la sostenibilidad y en el impacto social. Desde el cuidado del agua hasta el reciclaje y el fortalecimiento de pequeños comercios, la compañía avanza sobre múltiples frentes en su compromiso con el desarrollo del país.
Visión de futuro y compromiso renovado
A lo largo de seis décadas, Coca-Cola Paresa ha construido una trayectoria basada en liderazgo, inversión y una operación que se adapta a los nuevos tiempos sin perder foco en el desarrollo local. Hoy, frente a desafíos crecientes —económicos, sociales, ambientales y tecnológicos—, la compañía reafirma su propósito con una mirada puesta en la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad.
“El compromiso de Coca-Cola Paresa es seguir construyendo junto con Paraguay un futuro más sostenible, inclusivo y lleno de posibilidades”, expresa Sanfurgo.
Entre sus próximos pasos, la empresa se propone fortalecer el trabajo con actores clave de su cadena de valor, incluyendo programas de capacitación para recolectores, inversiones en infraestructura de reciclaje y campañas que promuevan hábitos sostenibles entre los consumidores. Estas acciones complementan la estrategia circular y buscan amplificar el impacto en las comunidades donde opera.